LAS EMOCIONES EN TORNO A LA CRUCIFIXIÓN
“Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.”
Lucas 23:47
Las emociones sin lugar a dudas son respuestas automáticas y complejas del ser humano frente a un estímulo que puede ser de carácter interno o externo. Las emociones son como fotografías del alma que pueden incluir sentimientos, cambios fisiológicos y aun comportamientos específicos que nos relacionan con el mundo en el que vivimos.
Las emociones en torno a la crucifixión son amplias y variadas, y aunque parezca paradójico, aún están presentes en la sociedad de nuestro tiempo.
1. LAS EMOCIONES DE UN MILITAR. Era un centurión romano, un militar de carrera, entrenado en una y mil batallas. Acostumbrado a entrar en combate cuando la situación la requería. Era un hombre frío y de pocas palabras. Tenía bajo su mando a cien soldados. Cuando Jesús fue condenado y enviado a la muerte por orden del Procurador romano Poncio Pilato, a insistencia de los sumos sacerdotes y una plebe manipulada religiosamente, se le puso en sus manos la custodia de Jesús, llevarlo a la crucifixión y al verlo expirar en la cruz, dijo: “Verdaderamente este hombre era justo.” (Lucas 23:47b). ¿Qué le llevó a esta convicción? Él había visto a muchos delincuentes morir en la cruz, maldiciendo el día que nacieron. Pero en Jesús observó cada gesto, cada palabra y la actitud clara y serena, llena de una seguridad de que, para esto, había venido a este mundo, “para dar su vida en rescate por muchos.” (Marcos 10: 45c). Este militar no recibió el evangelio de la boca de ninguna persona; lo vio encarnado en la vida del Crucificado.
2. LAS EMOCIONES DE LA MULTITUD. Las multitudes siempre están presentes en distintos eventos y mejor aún si es un espectáculo, como la crucifixión de Jesús y dos malhechores con él. Entonces el médico Lucas, con la meticulosidad propia de su carrera, escribió: “Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.” Era una muestra clara de la tristeza que deja el remordimiento enseñado por la religión de todos los tiempos. Las multitudes que entusiasmadamente le aclamaron en la entrada a Jerusalén, son las mismas que frenéticamente pidieron su crucifixión; ahora, se retiran compungidos, golpeándose el pecho, como si fuera suficiente para lograr el arrepentimiento. Cuando bien sabemos que este pasa por la convicción personal que involucra: mente, emociones y voluntad al pedir perdón por sus pecados. Y como resultado el pecador se acerca a Dios.
3. LAS EMOCIONES DE SUS MÁS ALLEGADOS. Uno podría pensar que aquellos que eran sus más cercanos podrían compartir el dolor del momento, la esperanza de la resurrección y la expectativa de la salvación. Sin embargo el texto dice: “Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.” (Lucas 23:49). ¿Por qué de lejos? Es probable que este sea el cumplimiento de lo que Jesús dijo en la Última Cena: “Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas.” (Marcos 14:27). Por otro lado el temor de seguir la misma suerte de Jesús, ante un imperio que todo lo arredraba a su paso, hizo que muchos contemplaran los últimos momentos de Jesús desde lejos, antes de ponerlo en el sepulcro.
Han pasado dos mil años de historia. La iglesia ha pasado por pruebas diversas. Sin embargo la bendita y eterna Palabra de Dios no ha dejado de cumplirse. Esto, debe de ser el ancla que sostenga firme nuestras emociones al regreso del Rey en toda Su majestad. ¡Examínalo!
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor
Amén pastor Vicente exacto ese tiene q ser nuestro empuje diario para hacer las cosas bien día día muchas bendiciones
Las Escrituras describen una cantidad de atributos de Cristo que debemos cultivar a lo largo de la vida, entre ellos el conocimiento y la humildad, la caridad y el amor, la obediencia y la diligencia, la fe y la esperanza. Hagamos un alto y mirémonos ,estamos nosotros los hombres de estos tiempos trabajando para tener algo de Jesucristo en nuestras vidas. Exhortó a mantenernos firmes a su palabra.
Jesús nos deja muchas enseñanzas que debemos seguir que es la humildad el amor al prójimo y muchas cosas más es gran nuestro padre