DESARROLLANDO COMPASIÓN
«Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.»
Mateo 14:13-14
La alimentación de los cinco mil que fue relatada en este capítulo de Mateo, es un milagro que es resaltado en los cuatro evangelios, lo cual destaca su importancia y relevancia en el ministerio de Jesús. Cada evangelio proporciona detalles adicionales y perspectivas únicas sobre este milagro; pero en esencia, todos relatan cómo Jesús multiplicó unos pocos panes y peces para alimentar a una multitud numerosa.
Jesús se encontraba preparando a sus discípulos para su próximo viaje a Jerusalén, donde se enfrentaría su pasión, muerte y resurrección. Durante sus tres años de ministerio trataría de enseñarles cómo tienen que avanzar en medio de la adversidad.
El evangelio de Marcos (Mr. 6:31) nos relata que Jesús fue al desierto con sus discípulos para descansar, ¿por qué fueron al desierto a descansar? Si Jesús sabía que se iba a encontrar con una multitud más tarde y les iba a predicar. El verso del encabezado dice: “oyéndolos Jesús”, ¿qué había Jesús oído para que dijera “vamos a descansar”?
Una primera razón, si leemos versos anteriores, es el relato de los discípulos hacia Jesús sobre la condenación a muerte y ejecución de Juan el Bautista. Esta triste noticia afectó al grupo de discípulos que estaban con Jesús, ellos estaban afectados emocionalmente por la perdida.
La segunda razón es porque los discípulos habían salido a misiones y recién habían regresado, habían predicado el evangelio de Reino de Dios en varias aldeas con una lucha espiritual intensa, había cansancio físico y un desgaste espiritual.
Ahora, cuando la gente lo oyó, le siguió desde las ciudades hasta donde fueron Jesús y sus discípulos a descansar. El evangelio de Lucas nos relata la razón, “Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados” (Lucas 9:11). Jesús conocía de las necesidades de la multitud, necesidades del ser humano que solo Jesucristo puede solucionar.
La lección que sacamos de esta historia es que Jesús pasa por encima del cansancio emocional, por encima del cansancio físico, Jesús se levanta y comienza a predicar, tiene una misión que el Padre le ha dado y no puede suspender esa misión aun cuando hubiera cansancio y les está enseñando a sus discípulos que hay un mensaje “urgente” que el mundo tiene que escuchar y que está por encima de nuestras limitantes humanas o nuestra comodidad o conveniencia.
Jesús pasó por encima de todo cansancio porque él vio una necesidad, Jesús tuvo compasión de la gente. En el contexto bíblico “compasión” implica un profundo sentimiento de empatía y misericordia hacia alguien que está sufriendo o en necesidad. La compasión de Jesús no era simplemente un sentimiento superficial, sino que lo llevó a actuar en respuesta a las necesidades de las personas. Su compasión se manifestó en acciones concretas para aliviar el sufrimiento y satisfacer las necesidades de las personas.
La compasión es un rasgo que Jesús nos enseñó a imitar. ¿Te animas a mostrar amor, empatía y misericordia hacia los demás, especialmente hacia aquellos que están en necesidad?
Dios nos ayude a forjar un corazón más como nuestro Señor Jesucristo.
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente