¿POR QUÉ CELEBRAR LA NAVIDAD?

¿POR QUÉ CELEBRAR LA NAVIDAD?

“²¹ Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. ²² Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: ²³ He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.”

Mateo 1:21-23

Iniciando la semana para celebrar la Navidad, escuchamos preguntas como, ¿es la Navidad una fiesta pagana? ¿Debemos los cristianos celebrar la Navidad? La vehemencia con la cual se escriben comentarios, elaboran videos, etc., defendiendo la postura que no debemos celebrar la Navidad, me hace recordar a un personaje de película llamado “El Grinch”. Este personaje antagonista a la Navidad se caracteriza por tener un corazón amargado, con el ímpetu continuo de robar los regalos y la alegría de todos aquellos que celebran la Navidad.

Para estas fechas siempre aparecen algunos “cristianos Grinch”, y no me refiero a aquellos que en su libertad deciden no celebrar la Navidad; sino a aquellos que harán todo lo posible porque otros cristianos tampoco la celebren, robándoles su paz y alegría, molestándose incluso con quienes lo celebran. Es cierto que Jesús no nació un 25 de diciembre, y no tenemos un versículo bíblico como mandato para celebrar la Navidad; pero, considero que Mateo 1 nos da hermosas razones por qué celebrarla; siempre y cuando la celebración sea con una moral bíblica que glorifique a Jesucristo, el centro de la Navidad.

Este “Grinch cristiano”, se opone al principio de la libertad cristiana que lo establece Pablo en Romanos 14; donde cada quien, según su propia conciencia, aplicándolo a estas fiestas, es libre para celebrar o no la Navidad, siempre que su decisión “sea como para el Señor”. Entonces, algunos celebrarán la Navidad, compartirán ciertos alimentos, decorarán sus casas, darán regalos; otros, en cambio, no lo harán. ¡Somos libres en el Señor para decidir!

Cuidémonos de tener un espíritu de “Grinch cristiano”, de pasar al terreno, de criticar a quienes en su libertad deciden celebrar la Navidad en familia. Yo animo a recordar con gozo, amor y alegría el nacimiento de Cristo Jesús, nuestro Salvador y Señor.

Ahora, permítame darle 3 razones por qué mi familia celebramos la Navidad:

1. Porque Dios cumple sus promesas con la humanidad (v.22): “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:”
   
   A lo largo de los siglos Dios nunca ha faltado a sus promesas, y la llegada de El Salvador envuelto en pañales, tomando la forma de siervo, es motivo para celebrar. Algunos teólogos mencionan que se cumplieron más de 400 profecías en el nacimiento de Jesús.
   
   
2. Porque Dios nos envió un Salvador a la humanidad (v.21): “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
   
   Sin duda, la humanidad no podía salvarse a sí misma producto de su desenfreno y pecaminosidad; así que, el nacimiento del Hijo de Dios es una hermosa noticia a celebrar. En las palabras de Tim Keller: “No te salvas a ti mismo, Dios ha venido a salvarte.” El camino de la salvación a la humanidad se ve a través del nacimiento de Jesús. Se puede leer el mensaje, ¡Del pesebre a la cruz!
   
   
3. Porque Dios muestra Su presencia continúa con la humanidad (v.23): He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.”
   
   El rey del universo no ha dejado de amar y mostrar Su presencia con Su creación. Qué hermosa noticia que Dios mismo habite entre nosotros. Es motivo de gozo y celebración que la presencia del Dios Todopoderoso se haya manifestado en amor con sus hijos. Él está con nosotos, la pregunta sería si nosotros estamos con Él.

En las palabras de R.C. Sproul: “Lo que celebramos en la Navidad no es tanto el nacimiento de un bebé, sino la encarnación de Dios mismo.” Además, amados, en esta Navidad recordemos que tanto el pesebre como la cruz están vacíos, lo único que no lo está, es el trono de gloria donde nuestro Señor está sentado reinando y contemplando a la humanidad.

¡Estudiemos la Palabra! ¡Vivamos la Palabra! ¡Enseñemos la Palabra!