¿ESTÁS BUSCANDO A DIOS?
“Así que me dispuse a aprender de todo: desde la sabiduría hasta la locura y la insensatez; pero descubrí por experiencia que procurar esas cosas es como perseguir el viento. Cuanta más sabiduría tengo, mayor es mi desconsuelo; aumentar el conocimiento solo trae más dolor”
Eclesiastés 1:17-18 NTV
Vivimos en una época donde la tecnología se ha desarrollado de una manera tan asombrosa que se ha inventado todo tipo de artefacto electrónico inimaginable. A tan sólo un clic tenemos un sinfín de información, películas, series, documentales y artículos.
Muchos celebran los avances tecnológicos, muchos queremos tener los últimos dispositivos en tecnología, ya que estos avances son impresionantes; sin embargo, lo triste es que muchas veces esta tecnología que debería ser de ayuda nos desconecta, no solamente de los nuestros (familia), sino que sobre todo nos desconecta de Dios.
Lee lo que Salomón escribió: “Así que me dispuse a aprender de todo: desde la sabiduría hasta la locura y la insensatez; pero descubrí por experiencia que procurar esas cosas es como perseguir el viento. Cuanta más sabiduría tengo, mayor es mi desconsuelo; aumentar el conocimiento solo trae más dolor” (Eclesiastés 1:17-18 NTV).
No sólo la tecnología nos desconecta de Dios, también el conocimiento que el mundo nos ofrece; si el ser intelectual por sí solo fuera la clave para el propósito y la realización, entonces nuestros colegios y universidades serían bastiones de paz y propósito, sin embargo, en las universidades de hoy podemos encontrar las ideas más extrañas y aberrantes disponibles y en muchos colegios podemos ver una falsa búsqueda del conocimiento y una falsa “autorrealización” sin Dios.
Hoy a nuestros hijos se les enseña que no han sido creados a imagen de Dios, que hoy pueden definir su identidad conforme a su deseo de experimentar o sentir, que la meta del ser humano es su autosatisfacción y auto placer… ¡Qué gran mentira!
Y a esa verdad es la que llega Salomón, porque tarte o temprano, el conocimiento, los logros humanos, las licencias y autosatisfacciones dadas en esta vida, buscando los placeres en este mundo, tarde o temprano traerán desconsuelo, traerán más dolor a un alma que lo que está buscando no sólo es conocimiento, o placer, sino que está necesitada de Su creador, de Su Dios, el único que puede llenar cada área y necesidad, el único que puede traer paz, consuelo y esperanza.
Por supuesto, la búsqueda del conocimiento y una buena educación es noble y valiosa, pero si en esta búsqueda dejamos a Dios fuera, entonces ciertamente será una búsqueda vacía. ¿Qué estás buscando para tu vida? ¿Qué estás buscando que tus hijos alcancen? ¿Sólo conocimiento? ¿Estás buscando a Dios?
“Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca”
Lamentaciones 3:24-25
Alex Plasencia
Pastor Asistente