7 RAZONES PARA VIVIR AGRADECIDOS A DIOS
“4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.”
1 Corintios 1:4-9
No tengo la menor duda que muchas de nuestras oraciones tienen un tono de gratitud; pero, la pregunta es: ¿por qué cosas agradecemos al Señor?
Pablo, iniciando esta Carta a los Corintios, eleva una oración de gratitud al Señor por sus hermanos en la fe. Era una oración constante: “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros …” Qué ejemplo de perseverar en oración por aquellos que amamos. Aunque la situación que encontramos en Corinto era preocupante, había división, inmoralidad sexual, pleitos, etc., en medio de todo ello Pablo no deja de encontrar razones por lo cual estar agradecido al Señor.
Un verdadero discípulo de Jesús siempre encuentra razones por qué vivir agradecido al Señor, en medio de cualquier circunstancia; porque, cuando anotamos las cosas por las que estamos agradecidos, comenzamos a perder de vista las cosas que pensamos que nos faltan.
Pablo hoy nos enseña 7 razones para estar agradecidos al Señor:
- Gratitud por Su gracia (v.4): “… por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.”
Gracia: Es recibir algo no por mérito sino por amor. Por ello, Efesios 2:8-9 dice: “8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.” Por lo tanto, nosotros nunca podemos ganar o merecer gracia. - Gratitud por sus riquezas en gloria (v.5): “porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;”
Dios no es un dador mezquino. Santiago 1:5, dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” En Juan 10:10, Jesús dijo: “… yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Esta frase “porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia”, implica entendimiento y crecimiento espiritual en abundancia, a la medida que estemos sujetos a Su obrar en nuestras vidas. Si tu riqueza es el dinero y tus bienes, eres la persona más pobre y miserable del mundo. Me apena que muchos cristianos están más interesados en salir de la pobreza que salir de su pecado. - Gratitud por el testimonio de Cristo en nosotros (v.6): “así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,”
Uno de los usos de la palabra griega para “confirmado” era un término comercial para indicar una garantía legal. Entonces, implica que la obra de Cristo en ellos era totalmente real, sin dudar. Un hijo de Dios es llamado a mostrar a Cristo, cuando esto no pasa, entonces el testimonio está en juego. - Gratitud por sus dones espirituales (v.7): “de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;”
La iglesia de Corinto era una iglesia muy bendecida. Se dice que tenían todos los dones. Y ¿para qué sirven los dones? Para la edificación de todos: “Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10)
Un don espiritual es la habilidad sobrenatural dada por Cristo al creyente por medio del Espíritu Santo, en el momento de su salvación. Si uno tiene algún don, debería ejercerlo con humildad para el Señor. Todos los que hemos nacido de nuevo; es decir, quienes hemos pasado por el camino del arrepentimiento y tenemos una fe genuina en Jesús, tenemos dones. La pregunta sería ¿conoces cuáles son tus dones? ¿sirves al Señor con ellos? - Gratitud por su fidelidad en nuestra vida (vv.8a, 9a): “el cual también os confirmará hasta el fin,” – “Fiel es Dios”
Ahora Pablo expresa la confianza de que el Señor confirmará Su obra hasta el final. En cada persona redimida hay evidencia de la gracia de Dios. El Señor no deja a medias Su obrar, y obra en base a Su carácter, el obrará hasta el fin, “porque fiel es El que prometió.”
Su Palabra dice en Lamentaciones 3:22-23: “22 Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado! 23 ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!” Amados, si nuestro matrimonio perdura, si nuestro ministerio avanza, si nuestra familia crece, si nuestra fe madura, etc., todo es por la fidelidad de Dios. - Gratitud por Su obra de transformación en nosotros (v.8b): “para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.”
“Irreprensibles”: Persona en quien no hay nada que reprochar. Esto implica una vida íntegra (sin máscaras, sin hipocresía). Qué hermoso saber que el Señor sigue trabajando, moldeándonos a la imagen de Jesucristo. ¡Amado, Él no ha terminado aún su labor en nosotros! Pablo agradece al Señor por Su obrar contínuo. Quizás tú veas tus imperfecciones, debilidades, y tus caídas están muy presente en tu mente y oídos; ¡ánimo!, abraza al Señor, ingresa al taller del Alfarero y deja que Él complete Su obra en tu vida. - Gratitud por la comunión con Jesucristo (v.9b): “por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.”
Pablo termina esta sección agradeciendo al Señor por ese privilegio de tener comunión con el Rey del universo. Sin una relación diaria con el Señor es imposible avanzar y crecer en la vida cristiana. A veces nos preocupamos más por hacer cosas para el Señor que vivir una relación con el Señor. Centremos más nuestra atención en permanecer en Cristo en lugar de producir para Cristo. Incluso, estar en el ministerio no es sinónimo de intimidad con Dios. Puedes pasar tanto tiempo sirviendo en algún ministerio que no pasas tiempo con Él.
Pablo, con el corazón de un verdadero pastor, oraba frecuentemente por las iglesias que había fundado. Un padre debería hacer lo mismo, orando en todo tiempo por los suyos. Realmente, es fácil sentir gratitud por las cosas buenas que nos suceden; pero hoy, le animo a mostrarnos agradecidos también por los retos que nos ayudan a crecer, por las pruebas que pulen nuestro carácter, y por los momentos difíciles que nos hacen más dependientes de Dios.
¡Estudia la Palabra! ¡Vive la Palabra! ¡Enseña la Palabra!
Daniel Alcántara
Pastor Titular