APRENDE A ESCUCHAR A DIOS EN ESTE NUEVO AÑO
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
Santiago 1:19
El inicio de un nuevo año es una oportunidad perfecta para evaluar cómo hemos estado viviendo nuestra relación con Dios y con los demás. Este 2025, Dios nos invita a enfocarnos en un área crucial de nuestra vida espiritual: aprender a escuchar. Escuchar a Dios y Su Palabra nos prepara para entender Su voluntad y caminar en el propósito que Él tiene para nuestras vidas.
Santiago 1:19 nos da tres consejos claros: estar listos para escuchar, ser lentos para hablar y lentos para enojarnos. Aunque parecen simples, estos principios son fundamentales para aprender a discernir la voz de Dios.
Escuchar a Dios requiere disposición. No es solo oír Su Palabra, sino meditar en ella, buscar Su dirección y permitir que transforme nuestro corazón. Muchas veces estamos tan ocupados hablando o llenos de nuestros propios pensamientos que no dejamos espacio para que Dios hable. Un agricultor, antes de sembrar, prepara la tierra. Si no quita las piedras y las malas hierbas, la semilla no puede echar raíces. De la misma manera, necesitamos preparar nuestro corazón, eliminando distracciones y ruido, para recibir lo que Dios quiere decirnos.
¿Estás apartado tiempo en tu día para escuchar la voz de Dios a través de la oración y la lectura de Su Palabra?
En un mundo donde todos quieren ser escuchados, Dios nos invita a ser prudentes con nuestras palabras, por eso la necesidad de ser “tardos para hablar”. Muchas veces hablamos sin pensar, y esto nos lleva a decisiones apresuradas o conflictos innecesarios. Santiago nos recuerda que debemos ser lentos para hablar, no solo con los demás, sino también en nuestra relación con Dios.
¿Estás dispuesto a esperar en Dios y escuchar Su dirección antes de tomar decisiones importantes?
Por último, “tardo para airarse”, recuerda, la ira es una reacción rápida y destructiva que puede impedirnos escuchar a Dios y a los demás. Cuando dejamos que el enojo tome el control, cerramos nuestros oídos y endurecemos nuestro corazón. Ser lentos para airarnos nos ayuda a mantener una actitud humilde y receptiva ante la corrección y la guía de Dios. ¿Hay áreas en tu vida donde la ira te ha impedido escuchar a Dios o a los demás?
Considera estos tres consejos:
- Dedica tiempo cada día para leer la Biblia y orar, enfocándote en escuchar más que en hablar.
- Reflexiona sobre cómo has manejado tus palabras y emociones, y pide a Dios que te ayude a mejorar.
- Toma una decisión intencional de escuchar más a los demás y ser lento para responder o reaccionar.
Este 2025, Dios nos llama a ser personas que escuchan. Escuchar a Dios nos prepara para enfrentar los retos y las bendiciones del nuevo año con sabiduría y humildad. Deja que este versículo guíe tus pasos y toma el compromiso de ser pronto para oír, tardo para hablar y tardo para airarte.
“Señor, en este nuevo año, ayúdame a ser más sensible a Tu voz. Enséñame a escuchar con atención, a hablar con prudencia y a controlar mi enojo. Quiero caminar en Tu voluntad y glorificarte en cada decisión que tome. En el nombre de Jesús, Amén.”
Alex Plasencia
Pastor Asistente
Amén 🙏