LAS REACCIONES DE MARÍA CON EL ÁNGEL
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.”
Lucas 1:38
Uno de los personajes más importantes de la navidad es la virgen María. Pero que lamentablemente la tradición la ha rodeado de un halo misterioso; que lejos de acercarlo a la realidad de su vida, lo ha alejado, generándole todo un enigma en torno a la bella persona que describen las Sagradas Escrituras.
María, era una jovencita originaria de una pequeña e insignificante aldea, afincada en la ladera de una montaña. Con construcciones antiguas y arbitrarias, sin trazo previo muy propias del campo.
Sin embargo, esto no fue óbice para que ella tuviera una sólida formación espiritual, que sin duda lo adquirió primero en el hogar y luego en la sinagoga. Esto se evidencia de lo que afirma la Biblia, cuando dio a luz a Jesús: “Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor.” (Lucas 2:22). Tanto María como José, eran muy meticulosos en observar lo prescrito en la Ley, como dice: “Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.” (Lucas 2:39) Igualmente, su integridad moral se deja ver en los diálogos con el ángel.
1. UNA REACCIÓN EMOCIONAL. El ángel llega e irrumpe en una casa muy humilde, con techo de ramas y piso de tierra y dice: “¡Salve muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba que salutación sería esa.” (Lucas 1:28-29). La reacción de María al saludo fue emocional, porque mientras el ángel le comunica el privilegio que tiene, el gozo que debe de sentir y la protección que Dios le otorgará; ella se turbó, se sonrojó y manifiesta el candor del momento. María no responde con palabras. Ella está desconcertada, un tanto incómoda y confundida.
2. UNA REACCIÓN RACIONAL. Vino cuando el ángel comprendiendo aquel primer diálogo: “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;” (Lucas 1:30-33). Inmediatamente María traduce su desconcierto y dice: “¿Cómo será esto? Pues no conozco varón.” (Lucas 1:34). María es una mujer espiritual, que no tiene temor hacer sus preguntas, de plantear sus interrogantes. Ella está de novia y ha mantenido su virginidad. Pero, esta noticia la está trayendo complicaciones con José, con sus familias, las autoridades y la comunidad.
3. UNA REACCIÓN ESPIRITUAL. El ángel comprende la situación complicada en la que está María desde el punto de vista humano. Y luego le dice: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35). La encarnación es totalmente incomprensible no solo para María, sino para toda la raza humana. Sin embargo, María toma una tercera reacción diciendo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra…” (Lucas 1:38)
María, en el ejercicio de su libertad, responde espiritualmente, sujetándose a los designios de Dios, conociendo que Dios es el que teje la trama de cada vida, con su sabiduría. Es una vida que irradia devoción a Dios, reverencia y sujeción a Su palabra. A través de todas sus expresiones uno puede ver su pureza de sentimiento y la firmeza de un carácter consagrado. ¡Examínalo!
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor