EL NACIMIENTO DE JESÚS
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que están bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.”
Gálatas 4:4-5
Hay muchos que consideran que Jesús, no nació en diciembre. Inclusive hay sectas religiosas que aprovechan la oportunidad, para generar confusión en la mente y sembrar dudas en el corazón, en aquellos que no conocen las Sagradas Escrituras.
Quizá para los que celebran el día, esto, pueda que genere controversia con los que celebramos no el día, sino, el advenimiento del Salvador del mundo. Para los que hemos sido salvos por la gracia y misericordia del Señor; siempre celebraremos Su venida a este mundo, cuyo propósito fue para darnos salvación y vida eterna. Y esto se dio de la siguiente manera:
1. EN EL TIEMPO PRECISO. El tiempo para nosotros tiene relativa importancia. Lo cumplimos algunas veces y otras veces no lo cumplimos; esto es, para la mayoría de seres humanos. Aunque hay culturas que sí se ajustan al tiempo. Sin embargo, para Dios no es lo mismo; en el reloj de Dios el tiempo está prefijado, señalado y establecido. De allí que la Biblia diga: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo […]” (Gálatas 4:4a). Dios nunca llega tarde a lo él quiere y define. Por eso Jesús nació en el tiempo preciso; en el Kairós de Dios, es decir, cuando llegó el momento oportuno y adecuado.
2. LA DETERMINACIÓN ADECUADA. Cuando Dios toma la decisión de enviar a Su Hijo, esto quiere decir que, Jesús ya existía; lo cual nos habla de la deidad de Jesús: “Dios envió a su Hijo […]” (Gálatas 4:4b). Entonces la encarnación de Jesús en el vientre de la virgen María fue justo antes de venir al mundo. Esto, cumple perfectamente con (Juan 1:1,14). Y cuando dice: “[…] nacido de mujer y nacido bajo la ley,.” (Gálatas 4:4c), hace referencia a la humanidad de Jesús.
3. EL PROPÓSITO CUMPLIDO. Dios había prometido un Salvador. Todos los profetas del Antiguo Testamento, lo anunciaron. Y aquí Dios lo estaba cumpliendo: “[…] para que redimiese a los que están bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” (Gálatas 4:5). En este versículo, el apóstol Pablo habla del doble propósito que Dios tenía al enviar a Su Hijo. El primero era para redimir, esto significa: Liberar pagando un rescate, como lo afirma (Romanos 3:24). El segundo propósito era: “[…] a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” (Gálatas 4:5b). Este es el privilegio que tenemos todos los hemos aceptado a Jesús, somos incorporados a la familia de Dios, como sus hijos. Y esto nos hace sus herederos. ¡Gloria a Dios por eso!
Disfrutemos esta Navidad con gratitud y adoración al Señor, nuestro Salvador y Rey que viene pronto.
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor
Amén 🙏 gracias a nuestro redentor, nuestro salvador, nuestro Padre.