SANTOS MURMURADORES
“5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.”
Santiago 3:5-6
Qué incongruente suena el título de este devocional, ¿verdad?, así de incongruente es un cristiano que de sus labios pueden brotar alabanzas al Señor, y al mismo tiempo derramar comentarios y murmuraciones contra aquellos a quienes llama “hermanos”. Cuando Dios reina en nuestra vida, aún nuestros labios deben manifestar ello.
Amados, un mal peligroso dentro de las oficinas, hogares e iglesias, es tener flojo el perno que sostiene la lengua. Como dice el versículo de hoy, aunque es un miembro muy pequeño, puede incendiar a todo aquel que toca. Y cuidado, porque ese fuego viene avivado desde el mismo infierno. La Biblia toma con seriedad este mal que contamina a otros:
“El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.”
Proverbios 16:28
“Sin leña se apaga el fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.”
Proverbios 26:20
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas.”
Proverbios 26:22
“El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.”
Proverbios 11:13
“El pasaje de Santiago 3:1-12 es la prueba de que, desde el punto de vista de Dios, cuando maltratamos a nuestro prójimo, el problema no es con esa persona, sino con Dios, porque no respetamos ni valoramos la imagen de Dios en el otro. Y esa, una vez más, es la base de los derechos humanos y la razón por la que los cristianos debiéramos tener la mejor ética relacional con los demás, por el alto valor que la Palabra de Dios le concede a los portadores de la imagen de Su imagen.” Miguel Núñez
Quizás tú conoces de primera mano algo en lo cual tu hermano en la fe no está caminando bien, pues ve y exhórtale con amor en la Palabra; así nos enseña Gálatas 6:1: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” O quizás escuchaste a terceros comentar de otra persona; amado, por favor, cuida lo que escuchas. Realmente un chisme muere cuando llega a los oídos de una persona espiritual. Es triste, pero algunos destrozan con sus palabras y al mismo tiempo abrazan con sus manos. ¡No traigamos al cuerpo de Cristo veneno vertido desde el mismo infierno!
Un comentario y chisme, lo único que está describiendo es la condición del corazón del que habló: “Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve para nada.” (Santiago 1:26 – NVI). Cuando uno habla mal de otros, realmente está hablando mal de sí mismo, y tanta responsabilidad tiene el que riega el chisme como el que presta oído a ello. ¡No tomemos a la ligera lo que Dios toma con seriedad!
Realmente un chisme es la falta de amor al prójimo en no decirle directamente lo que uno sabe, siente o piensa; por el contrario, enferma y envenena a otros que lamentablemente caen en la misma condición. En mi experiencia pastoral, rara vez un chisme es verdad. Entonces, son “fake news” que se transmiten de un chismoso a otro. Presta oído a lo que edifica y realmente construye.
No podemos vivir como el mundo y ofrecer nuestra adoración como hijos de Dios, porque eso sería presentar fuego extraño al Señor. Todo chisme o murmuración causa división entre hermanos, amigos, familias y hasta iglesias. ¿Qué dice la Palabra frente a ello? Tito 3:10: “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación, deséchalo”. No puede haber en el cuerpo de Cristo quienes tengan la camiseta de Jesucristo, pero jueguen para el enemigo.
Escribo con amor y exhortación: Si prestas oído al chisme, te gusta saber la historia de otros, y te “preocupa” enterarte sobre el pecado de tus hermanos, no eres un agente de paz, mas bien podrías estar siendo usado como agente de satanás. ¡El que tiene oído para oír, oiga!
¡Estudia la Palabra! ¡Vive la Palabra! ¡Enseña la Palabra!
Con amor
Daniel Alcántara
Pastor Titular
A cuidar nuestra lengua y también nuestros oídos, bendiciones 🙏