ÉL NOS ELIGIÓ PRIMERO
«Así que Dios nos eligió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En su amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos a través de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad.» Efesios 1:4-5 (NVI)
Este texto que hemos leído el apóstol Pablo nos muestra de que aún desde la existencia de todo ya Dios habia pensado en nosotros y nos había elegido. Él quería que fuéramos especiales para Él, que viviéramos correctamente, como Él quiere. Él nos quería cerca, como hijos amados. Esto significa que nuestra existencia y propósito no son fruto del azar o de nuestras propias decisiones, sino que son el resultado de la soberana elección de Dios.
Que gratificante es saber que Dios nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos a través de Jesucristo. Esta adopción no se basa en nuestras obras o méritos, o porque haya alguna virtud en nosotros, sino que se basa en el amor y la gracia de Dios para con la humanidad. Que privilegio es saber que Somos hijos de Dios por gracia.
Es por eso que Dios nos envió a Jesucristo, para mostrarnos su amor y darnos la oportunidad de ser parte de su familia. Jesús murió por nosotros en la cruz para salvarnos y darnos una nueva vida.
Jesús les dijo a Sus discípulos en Juan 15:16, Ustedes no me eligieron a mí. Más bien… ¡Yo los elegí a ustedes!
Como hijos escogidos por Dios, nuestra posición ante Él es segura, y porque lo es, tenemos la seguridad aquí en la tierra de que si la muerte nos llega iremos al encuentro con Jesús y pasaremos una eternidad con Él. Hermanos tenemos la seguridad de no tener nada que esconder o aparentar, porque cada uno de nuestros pecados “ha sido cubierto” por la obra de Cristo en la Cruz.
Mi hermano y hermana, no olvidemos que Dios desea que vivamos en comunión con Él, reflejando su amor y siguiendo sus enseñanzas para que así tengamos una vida llena de paz y propósito. También recordemos que el amor de Dios nos guía, nos sostiene y nos da esperanza, permitiéndonos vivir con gratitud y confianza bajo su cuidado constante en nuestras vidas.
José Miguel Olave
Pastor de Adoración y Artes