¡NO TE VICTIMICES!
«Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.«
Juan 5:6-8
En ocasiones tendemos a adoptar una mentalidad de víctima, en la que nos vemos a nosotros mismos como indefensos, impotentes o injustamente tratados por las circunstancias o por otras personas. Cuando nos victimizamos, es común sentirnos atascados en la vida, ya que adoptar una mentalidad de víctima puede limitar nuestra capacidad para avanzar y crecer. La victimización nos lleva a enfocarnos en las dificultades, obstáculos y situaciones injustas que hemos experimentado, lo cual puede generar un sentimiento de impotencia, frustración y estancamiento. Al adoptar una mentalidad de víctima, es probable que nos centremos en culpar a otros por nuestras circunstancias y justificar nuestras actitudes y/o prácticas pecaminosas.
Al igual que el paralítico, aquellos que se sienten atrapados en una mentalidad de víctima pueden estar enfocados en las dificultades, en lo que les falta o en las injusticias que han experimentado, lo que puede llevar a un sentimiento de impotencia y estancamiento. Esperando que algo suceda para que su situación cambie. Es horrible tener una parálisis en el cuerpo, pero es muy triste que desarrolles una parálisis en la mente.
Sin embargo, la historia del paralítico nos enseña que Jesús tiene el poder de traer sanidad y liberación, incluso en medio de circunstancias aparentemente imposibles, pero lo primero que debe ocurrir:
- DEBES TOMAR LA DECISIÓN DE SALIR DE LA SITUACIÓN (v.6) Jesús le preguntó al paralítico: «¿Quieres ser sano?» A primera vista, podría parecer una pregunta irónica después de que este hombre llevaba 38 años esperando su milagro. Sin embargo, Jesús comprende que, al igual que este hombre, muchos viven limitados y «estancados», sin desear salir de esa condición. A veces, las lágrimas en los ojos no reflejan necesariamente decisiones del corazón. Algunas personas no están dispuestas a dar un paso de obediencia para cambiar su situación. Prefieren la comodidad del estancamiento a la incomodidad de tomar decisiones que podrían transformar sus vidas.
- DEBES RENUNCIAR A LA MENTALIDAD DE VÍCTIMA (v.7)“le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua” La respuesta que dio el paralítico a Jesús no fue necesariamente la respuesta que debería haber dado. Jesús no le preguntó «¿Por qué no estás sano?» La respuesta del paralítico reveló una mentalidad de víctima, sugiriendo que su parálisis no solo estaba en su cuerpo, sino también en su mente al culpar a otros por su situación. Aunque es posible que no tengas la culpa de tus circunstancias, es importante asumir la responsabilidad de hacer frente a ellas y utilizar los recursos que nos brinda la Palabra de Dios para realizar cambios con la ayuda del Espíritu Santo.
- DEBES OBEDECER AL LLAMADO DE JESÚS (v.11) Él les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Quizás el Señor está diciendo: “Arrepiéntete, perdona, corta esa práctica inmoral, compromete, sírveme con tus dones, lee tu Biblia, etc.” El cambio está detrás de un acto de obediencia.
Para aquellos que se sienten atascados debido a una mentalidad de víctima, es importante recordar que en Cristo hay esperanza, sanidad y libertad. Al igual que el paralítico que respondió a la orden de Jesús de levantarse y caminar, es fundamental estar dispuestos a dejar atrás la mentalidad de víctima, confiar en el poder transformador de Cristo y tomar pasos de fe hacia la sanidad y el crecimiento personal. ¿Seguirás victimizándote en el estante de tu pecado, tu enfermedad, tu situación de crisis financiera, etc.?
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente
Q bonito mensaje kerido Pastor chirinos.muchas felicidades y bendiciones.Paola Loayza