HOMBRÍA PERDIDA
“SED imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1
Actualmente, a través de los medios de comunicación, observamos cómo la auténtica hombría diseñada por Dios se ha extraviado. A lo largo de la historia, la noción de hombría ha enfrentado desafíos y cambios debido a diversas influencias culturales, sociales y filosóficas. En algunos casos, se ha visto una distorsión de lo que significa ser un hombre piadoso y virtuoso, y en su lugar, se han promovido ideales de masculinidad basados en la fuerza bruta, el poder y la dominación. Factores como el machismo, el patriarcado, la presión social para cumplir con ciertos estereotipos de masculinidad y la falta de modelos positivos de hombría cristiana han contribuido a la pérdida de la verdadera hombría.
El verbo “SED” implica un llamado a la acción, a un cambio de actitud o comportamiento. Esta exhortación nos llama a seguir el modelo de Cristo y de aquellos que viven con humildad, amor sacrificial, compasión y servicio. Al imitarlos, cultivamos nuestra hombría según los valores cristianos, fortaleciendo nuestro carácter y reflejando a Cristo en todas las áreas de la vida.
La idea de que la hombría es la semejanza a Cristo se basa en la enseñanza bíblica de que los hombres deben imitar a Jesucristo en su carácter y acciones. La Biblia nos enseña que Jesús es el modelo perfecto de lo que significa ser un hombre piadoso, amoroso, compasivo, valiente y obediente a Dios.
En Efesios 5:1-2, se nos insta a ser imitadores de Dios ya andar en amor, siguiendo el ejemplo de Cristo que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros. También en Filipenses 2:5-8, se nos recuerda que debemos tener la misma actitud que tuvo Cristo Jesús, quien siendo en forma de Dios, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte en la cruz.
Por lo tanto, la hombría que se asemeja a Cristo no se basa en la fuerza física o en la dominación, sino en la humildad, el amor sacrificial, la obediencia a Dios y el servicio a los demás. Jesucristo es nuestro modelo supremo de lo que significa ser verdaderamente hombre según los principios bíblicos.
Para desarrollar nuestra hombría de manera práctica según la Biblia, es fundamental buscar en las Escrituras el modelo de hombría que Jesucristo nos enseña y seguir sus enseñanzas. Aquí hay algunas formas prácticas de cultivar la hombría basada en la semejanza a Cristo:
- Oración y estudio de la Palabra: Dedica tiempo diario a la oración y a la lectura de la Biblia para fortalecer tu relación con Dios y comprender sus enseñanzas sobre la hombría cristiana.
- Buscar modelos positivos: Busca mentores o modelos a seguir que reflexionen la hombría en Cristo y aprenda de su ejemplo y sabiduría.
- Servicio y humildad: Busca oportunidades para servir a los demás con humildad y generosidad, siguiendo el ejemplo de Jesucristo que vino a servir y no a ser servido.
Nuestros hogares, universidades, sociedad e iglesia requieren una generación de hombres que refleje el carácter de Cristo en un mundo caído. Como dijo Edwin Cole, “Somos varones por nacimiento, pero hombres por decisión”. Es esencial que los hombres elijan vivir de acuerdo con los principios de Cristo para impactar positivamente su entorno.
Avancemos con fe
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente