LA FALTA DE ARREPENTIMIENTO NOS LLEVA A LA MISERIA
(Isaías 20: 1-6)
Los cristianos en diferentes oportunidades no agradamos a Dios, porque no nos conducimos de una manera correcta. Normalmente, tomamos decisiones cómo los incrédulos, razonando las situaciones y llegando a conclusiones de la manera cómo vamos a dar solución a las dificultades, pruebas, sufrimientos, amenazas, que se nos presente.
¿Cómo se puede resolver esto? La manera correcta es no pensar como los incrédulos, sino “volvernos a Dios”. Esto nos llevará a involucrarnos mucho más en la oración, al estudio de la Palabra en forma diligente; y cuando ocurran las dificultades o se manifiesten nuestros problemas, tendremos la perspectiva espiritual para saber cómo responder y encontrar la ayuda milagrosa de Dios superando estos inconvenientes.
Como discípulos de Jesús hemos sido llamados “a ser vencedores” no “a ser vencidos”, para darle la gloria a Nuestro Señor, aumentando nuestra fe y estando preparados para enfrentar la siguiente dificultad que se nos presente.
En esta porción bíblica de Isaías 20:1-6, Dios por medio del profeta enseña a los hijos de Judá a arrepentirse y a depender de Él cuando se toman decisiones equivocadas.
¡Amado hermano!
¿Estamos dependiendo de Dios para resolver nuestros problemas? O ¿Estamos confiando en la sabiduría del hombre?
Según el contexto histórico del pasaje bíblico, el rey de Asiria era poderoso y contaba con un ejército fuerte, habiendo conquistado naciones, agregándolos a su territorio.
En el v.1, Sargón rey de Asiria, envía al Tartán (un comandante) para que conquiste Asdod, esta era una ciudad Filistea, ubicada al Oeste de Judá, el pueblo de Dios, y el Tartán la toma cautiva. Asdod varias veces había sido derrotada por el Ejército de David. Pero ahora Dios como ejemplo aleccionador para Judá, está haciendo que observen esta conquista y tengan cuidado, porque ellos correrían la misma suerte, “de no arrepentirse por confiar en el hombre, y no en Él”.
¡Hermano!
Dios disciplina a creyentes por confiar en el hombre para resolver sus problemas y no en Él. Lo triste es que conocemos varios casos cómo el que estamos estudiando y el Señor nos hace observar estas disciplinas y a pesar de encontrarnos en falta no nos arrepentimos ni le pedimos Su ayuda.
En los vv.2-6, nos narra que Isaías anduvo “desnudo y descalzo” por tres años, este acto de andar de esa manera denotaba “desgracia y humillación”. En este tiempo Judá hizo pacto con Egipto y Etiopía para ser defendido de Asiria, confiando en sus ejércitos. Isaías los exhorta que no es la forma correcta de defenderse sino que busquen la ayuda de Dios, pero Judá no desea hacerlo, porque se habían revelado contra Dios haciendo lo malo. El profeta “desea llevarlos al arrepentimiento de esta decisión equivocada”, pero el pueblo de Dios no lo buscó. Al término de los tres años que el profeta anduvo desnudo y descalzo, estas dos naciones fueron conquistadas por Asiria y sus jóvenes y ancianos andarían desnudos y descalzos, descubiertas sus nalgas para “vergüenza y pobreza” como Isaías lo había profetizado.
¡Hermano!
Cuando la gente no se arrepiente y viene el juicio de Dios, las personas vivirán llenos de vergüenza y pobreza, lo cual es el resultado de la ausencia de fe.
Si confiamos en Dios, buscando Su Rostro, obedeciéndole, sirviéndole, podemos estar seguros que no experimentaremos esta vergüenza y pobreza extrema sino que tendremos prosperidad en el Reino de Dios.
Destruyendo barreras
José Cabanillas
Pastor Asistente