OSCURIDAD Y BLASFEMIA EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS
“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas 4)
Ante la pasmosa mirada de millones de seres humanos, se inauguraron los famosos Juegos Olímpicos 2024 en París-Francia.
Que lejos estamos de la sana, alegre y esforzada competencia con la que se dio origen a los Juegos Olímpicos en Olimpia-Grecia, allá por el año 776 a. C. cuyo premio era una corona de olivo para los atletas ganadores. Los Juegos Olímpicos de la Edad Moderna, fueron gestados por Pierre de Coubertin en la Universidad La Sorbona de París, en 1894, bajo el lema: “citius, altus, fortius” cuya traducción es “más rápido, más alto, más fuerte” Esta versión 2024 que debería de ser una competencia de alto rendimiento, se ha vista empañada por quienes apoyan la agenda 2030, la agenda progresista y el planteamiento woke en su inauguración.
Se ha tratado de disimular este festín del infierno, arguyendo que en la inauguración no se hizo una parodia del cuadro de Leonardo Da Vinci “La Última Cena” sino que fue, con la pintura: “El festín de los dioses” de Van Biljert. Claro, esa era la coartada perfecta. Pero un análisis somero de la obra de Leonardo, nos permite calificar que esta no es más que una argumentación grosera, vulgar y chabacana. Basta con apreciar las similitudes que hay entre la forma como Leonardo organizó el agrupamiento de los personajes (los discípulos), la arquitectura de fondo y las montañas en lontananza, con los personajes en movimiento de aquella noche de la inauguración. Así que, las pretendidas diferencias, no alcanzan para hacer pasar “gato por liebre”
Pero de algo podemos estar seguros según el texto que preside este devocional:
1. QUE HAY GENTE QUE SE IRÁ A LA CONDENACIÓN. Son gente peligrosa que anda y vive cerca a los creyentes. Pero que, planifican solapadamente como hacer daño a los creyentes y a la iglesia del Señor, como dice el texto: “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación,” (Judas 4a). Su destino es la condenación. Pero que, si entre ellos están nuestros hijos, nietos, familiares y amigos; cuya fe ha desaparecido en las universidades y ahora se han convertido en antagonistas de la única fe que nos lleva al Señor Jesucristo y nos trae salvación eterna. A ellos, la palabra nos insta a predicarles el evangelio de Jesús para lograr “arrebatarlos del fuego” (Judas 23), porque no conocen a Dios.
2. QUE CONVIERTEN EN LIBERTINAJE LA GRACIA DE DIOS. El texto dice: “hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de Dios.” (Judas 4b). Esta clase de personas, han recibido de parte de Dios esa gracia preventiva y salvífica, que los induce a buscar a Dios. Pero contrariamente a ello, hacen uso de la gracia, es decir, ese favor inmerecido, como un pretexto para pecar, haciendo uso del libertinaje, viviendo y practicando los excesos del pecado sin vergüenza alguna, sin ningún sentido de decencia y con una conciencia adormecida o cauterizada por causa del pecado. Es gente que hace lo que quiere, con un desenfreno total, sin considerar que están ofendiendo la sensibilidad de los demás. Con esta clase de personas todos los días nos vemos, en la calle, cerca nuestras casas, en el estudio o trabajo y tenemos la oportunidad de hablarles del amor y gracia del Señor, pero también del juicio de Dios.
3. NIEGAN A DIOS EL PADRE Y A DIOS EL HIJO. El mundo ha ido cambiando y no para bien, sino, precisamente para mal. Hay muchísima gente, que no solo ha abandonado la fe; sino que niega a Dios y niega la deidad del Señor Jesucristo. Como el texto lo define: “y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas 4c). Esta forma de conducirse es característica del Anticristo. Y aunque puedan mantener cierta forma de religión, con sus hechos niegan conocer a Dios y Su Hijo Jesucristo.
Así que, cuando vemos esta clase de gente en la TV. El cine, las competencias deportivas, la política y otros escenarios; son gente impía que, a menos que se arrepientan, nunca verán la gloria de Dios.
Amados, si de algo debemos estar seguros es el fin de todo este sistema corrupto y diabólico está más cerca de lo que pensamos. Cuidemos nuestra familia, nuestros hijos, nietos y demás familiares con quienes queremos compartir el cielo.
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor
Una flasfemia total, gracias por el Devocional Pastor, Vicente….