VERDADERA LIBERTAD
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:32
El ser humano valora mucho la Libertad. La libertad es un concepto que nace y crece unida a la vida del hombre. Los últimos 05 siglos el hombre sueña, habla, lucha y muere por la libertad. En el primer artículo de la declaración universal de los derechos humanos se establece que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”
Esta noción de libertad abarca todos los aspectos de la vida de las personas y el ejercicio de la misma es vital para la convivencia en sociedad y desarrollo de los hombres.
Hay una libertad de expresión, religiosa y muchas otras libertades que están consagradas en las constituciones de nuestros países. Hay una libertad que la mayoría de los hombres desconoce, porque nosotros hemos nacido siendo esclavos (Juan 8:34) y necesitamos una verdadera libertad, esa verdadera libertad viene de conocer a Jesucristo.
El verbo “conoceréis” proviene del griego “ginōskō”, que significa «conocer» pero este conocimiento en este contexto conlleva la idea de que será algo transformador y liberador para los oyentes. La verdad que ellos llegarán a conocer tendrá un profundo efecto liberador en sus vidas, de acuerdo con el mensaje de Jesús en este pasaje.
Todo el mundo es un esclavo en el sentido espiritual. Los esclavos no tienen voluntad propia. Están literalmente bajo el yugo de sus amos. Cuando el pecado es nuestro amo, somos incapaces de resistirlo. Una vez que venimos a Cristo en arrepentimiento y recibimos el perdón de pecados, somos empoderados por el Espíritu Santo que viene a vivir dentro de nosotros. Es por su poder que somos capaces de resistir al pecado y no ser sometidos al pecado.
El «os» se refiere a sus oyentes, en concreto, a los que habían creído en Él, como indica el versículo 31. Jesús es la verdad en quien debemos creer. Es fiable y digno de confianza, y tiene el poder de redimirnos, salvarnos y darnos la verdadera libertad.
Vale la pena destacar que en Juan 14:6 Jesús no dice que Él es un camino, como uno de tantos. Jesús es el camino. Explica que nadie puede llegar al Padre (y recibir una vida nueva) si no es a través de Jesús.
Como seguidores de Cristo cuando nos comprometemos a crecer y madurar en nuestra fe, leyendo y estudiando la palabra de Dios cada día y pasar tiempo en oración con él, nos encontraremos que cada vez seremos capaces de mantenernos en el poder del Espíritu Santo y resistir el pecado. Las victorias diarias sobre el pecado que tenemos en Cristo, nos alentarán, nos fortalecerá y demostrará de una manera poderosa que ya no somos esclavos del pecado, sino que somos libres para gloria y alabanza de Dios.
Avancemos con fe
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente