DIOS AMA LA MISIÓN

DIOS AMA LA MISIÓN

«Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.«
1 Juan 4:16

Tal vez nos preguntemos, ¿por qué participar en la misión de Dios? La respuesta es fácil, porque Dios es un Dios de amor, porque la misión es de Dios, el propósito es de Dios y porque es lo que somos. Somos elegidos para servir, somos el instrumento de Dios para la bendición de las naciones.

Dios ha plantado su iglesia para llevar a cabo esta gran comisión de «Id y hacer discípulos a todas las naciones» (Mateo 28:19). Hacer misiones es algo que está en el corazón de Dios.

Al leer este texto bíblico puedo darme cuenta del gran amor de Dios por esta humanidad perdida. Hablar de su amor, sin duda alguna, es el sentido más profundo de la misión. Tú y yo que hemos conocido de este gran amor tenemos una misión que cumplir, por eso debemos recordar que Dios ama a las personas e invita a su iglesia a participar de ella.

Mis hermanos, cuando hablamos de Dios y la misión es importante que entendamos que no es nuestra misión, no es nuestro proyecto, sino que es la misión de Dios para la humanidad, y es Dios quien quiere usarnos para cumplir con su propósito, para que todos aquellos que no han sido alcanzados con el Evangelio puedan conocer de este amor que transforma, salva y pronto viene a buscar a su iglesia.

¿Por qué hacer misiones?

1. Porque es una manera práctica de demostrar amor y mostrar a Jesús (Mateo 5:15-16).
2. Porque me hago más dependiente de Dios (Marcos 10: 29-30).
3. Porque en la iglesia no están todas las personas necesitadas (Hechos 20:20).
4. Porque merecía juicio y Dios me mostró amor y misericordia y quiero que otros experimenten lo mismo que yo (Mateo 5:14)
5. Porque tenemos el mejor mensaje del mundo y no podemos callarlo (Isaías 12:14)
6. Porque hay ejemplos bíblicos (hombres) que han servido de inspiración para seguir llevando la palabra a todo lugar (Hechos 9).
7. Porque decir SÍ es mi manera de responder al amor de Dios (1 Juan 4:19).
8. Porque si yo no voy, nadie más lo hará (Romanos 10:14-15).

¡Creciendo juntos!