PRACTICA LO QUE ENSEÑAS
“presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad.”
Tito 2:7
El ser ejemplo de vida para la persona que pertenece al cuerpo de Cristo, cumple una misión importante para la iglesia. Pablo no pide que Tito sea ejemplo en algunas cosas de las que enseña, sino en todas. El apóstol le da la indicación que debe presentarse delante de todos (como ejemplo de buenas obras). La vida de Tito tenía que servir de ejemplo entre los creyentes de las iglesias en Creta, así los creyentes podrían ver en él lo que son las buenas obras.
Cuando un maestro en la iglesia habla sobre principios morales y éticos, basados en la Biblia, no puede separar su vida del compromiso de practicar aquello que enseña.
Quien dice y no hace recibe en la Palabra de Dios el calificativo de “hipócrita” como dice en Mateo 23:3: “Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.”
El verdadero maestro y predicador bíblico es capaz de decir, con un corazón humilde que produce la dependencia de la gracia de Dios, lo que el apóstol dijo en 1 Corintios 11:1: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Además, Tito debía de ser ejemplo en cuanto al modo de enseñar. La integridad se refiere al fondo de la predicación, que se debía caracterizar por mantener su firmeza doctrinal sin alteraciones y su pureza intacta.
Frente a las influencias engañosas difundidas por los falsos maestros, Tito necesitaba demostrar coherencia en sus enseñanzas, priorizando la correcta comprensión, interpretación y aplicación de la Palabra de Dios ante todos.
Además de la integridad como fondo de la enseñanza, se le requiere también seriedad en la forma de enseñar. Eso quiere decir que en su exposición de la Palabra de Dios no habría ligerezas, sino que sería presentado de forma digna.
Tito nos enseña la importancia de vivir de acuerdo con lo que predicamos. Esto implica que nuestras acciones deben respaldar nuestras palabras, siendo coherentes en nuestras enseñanzas y en nuestra conducta diaria. Esto es un recordatorio de la influencia que tienen nuestras vidas en los demás y cómo nuestro testimonio puede ser una poderosa herramienta para compartir el mensaje del Evangelio.
¡Creciendo en la Palabra y viviendo juntos en santidad!
Luiggi Naveda
Pastor Asistente
Amén hermano hago lo que puedo a veces aunque trato sale el carácter que uno no quisiera tener pero siempre pido a Dios que m ayude a tener el carácter de El eso es mi cojera espiritual