PRUEBAS DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO
“a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante
cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.”
Hechos 1:3
La primera vez que escuche de manera seria acerca de la resurrección del Señor Jesucristo, era un adolescente de doce años; con muy pocas aproximaciones espirituales y grandes interrogantes en mi vida: Pensaba: sí Jesús resucitó ¿Quién lo vio? ¿Cómo sabemos realmente que él se levantó de los muertos? Y si lo robaron el cuerpo sus discípulos para decir que resucitó ¿Cómo saber la verdad? Sin lugar a dudas mi ignorancia del texto bíblico acompañaba mi incredulidad.
Hoy, con un poquito de conocimiento de estas verdades eternas, he aprendido que, Jesús no resucitó y desapareció o ascendió al cielo inmediatamente; si no que, se mantuvo resucitado entre sus discípulos como dice el texto: “apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.” (Hechos 1:3). Esto, lo hizo sin lugar a dudas para que nadie dudara de Su resurrección y también para darles seguridad y confianza en la tarea encomendada de predicar Su palabra.
Veamos las diez apariciones, que son pruebas irrefutables de Su resurrección:
1. A MARÍA MAGDALENA. El texto dice: “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.” (Marcos 16:9). Aunque este verso ha sido objetado como verdadero, sin embargo el relato de (Juan 20:11-16), nos permite darle el crédito suficiente.
2. A LAS MUJERES. El relato de Mateo 28: 5-10, dice en una parte: “Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.” (Mateo 28:8b-9) Esta aparición de Jesús se dio cuando las mujeres iban camino del sepulcro hacia Jerusalén.
3. A PEDRO. Esta aparición lo relata el apóstol Pablo, cuando dice: “y que apareció a Cefas, y después a los doce.” (1 Corintios 15:5) Este fue el testimonio presencial de uno de los cercanos discípulos de Jesús.
4. A DOS DISCÍPULOS CAMINO A EMAÚS. Ambos comentaban la tristeza de que su Señor haya sido crucificado, muerto y sepultado en una tumba de la cual todavía no había salido. “Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. (Lucas 24:30-31)
5. A LOS DISCÍPULOS MENOS TOMÁS. Según el relato de Juan 20:19, las puertas estaban cerradas y “Mientras ellos aún hablaban…Jesús se puso en medio de ellos,…pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene ni carne ni huesos, como veis que yo tengo.” (Lucas 24:36-39)
6. A TODOS LOS DISCÍPULOS INCLUYENDO TOMÁS. Esta aparición de Jesús narrada por Juan, nos indica que Jesús tenía pendiente mostrarse a Tomás. “Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” (Juan 20:26-27) Esa muestra clara y evidente del Cristo resucitado, sencillamente deshizo a Tomás.
7. A SIETE DISCÍPULOS EN EL MAR DE GALILEA. El relato de Juan 21: 2-7, da muchos detalles de aquella aparición a siete de sus discípulos que siguiendo el ejemplo de Pedro, vivieron la misma frustración de no haber pescado nada, en toda la noche. Y cuando Jesús le dijo: “Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa…y se echó al mar.” (Juan 21:6-7)
8. A TODA LA MULTITUD EN EL MONTE DE GALILEA. Es precisamente en esta aparición, donde Jesús da la Gran Comisión. “Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” (Mateo 28: 17-18)
9. A JACOBO. Esta es una de las apariciones menos documentada. Y aunque en los evangelios no se dice nada; es Pablo, quien la hace saber de manera sencilla y muy escueta, cuando hablaba de la resurrección de los muertos. “Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;” (1 Corintios 15:7)
10. A UNA GRAN MULTITUD AL MOMENTO DE LA ASCENSIÓN. El lugar definido por Jesús era el Monte de Olivos en Betania; es allí donde tuvo lugar la ascensión de nuestro Señor. Y ante la atónita mirada de la gran multitud, dice el texto: “Y habiendo dicho estás cosas, viéndolos ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.” (Hechos 1:9).
Tantas evidencias acerca de la resurrección de nuestro Señor, son más que suficientes para afirmar nuestra fe, tener confianza en sus promesas y guardar la expectativa de verle en su segunda venida.
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor