IDENTIDAD BENDECIDA
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Efesios 1:3
La Biblia nos enseña que nuestra identidad en Cristo es transformada cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y nos entregamos a Él. Ya no nos vemos simplemente como pecadores o personas definidas por nuestros errores pasados, sino como amados, perdonados y redimidos por Dios. Nuestra identidad se basa en nuestra relación con Cristo y en cómo Él nos ve.
Como hice mención en el devocional “Identidad Renovada” al comprender nuestra identidad en Cristo, nos damos cuenta de que somos valiosos, amados y tenemos un propósito en la vida. Esto nos da una base sólida para enfrentar los desafíos, superar las dificultades y vivir de acuerdo con los principios y valores de Dios.
Es importante recordar que nuestra identidad en Cristo no se basa en nuestras habilidades, logros o lo que otros piensen de nosotros. Nuestra identidad se encuentra en nuestra relación con Dios y en lo que Él dice sobre nosotros en Su Palabra.
Algunas bendiciones recibidas en nuestra nueva identidad en Cristo son:
- Somos hijos de Dios. Juan 1:12 nos dice: «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios«. Como creyentes, somos adoptados en la familia de Dios y tenemos una relación íntima con Él como nuestros padres amorosos.
- Somos justificados. Romanos 3:24 nos enseña que somos «justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús«. Esto significa que, a través de la obra redentora de Jesús en la cruz, somos declarados justos ante Dios y nuestros pecados son perdonados.
- Somos santificados.1 Corintios 6:11 nos dice: «Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios«. Como creyentes, somos llamados a vivir una vida santa y separada para Dios, capacitados por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
- Somos coherederos con Cristo. Romanos 8:17 nos dice: «Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo«. Como creyentes, compartimos una herencia eterna con Cristo. Somos bendecidos con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales (Efesios 1:3).
- Somos embajadores de Cristo. 2 Corintios 5:20 nos dice: «Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios«. Como seguidores de Cristo, tenemos la responsabilidad de representarlo en este mundo y compartir el mensaje de reconciliación con Dios.
Debemos expresar nuestra gratitud a Dios por Su amor, gracia y generosidad hacia nosotros, adorando y glorificando Su nombre esforzándonos por crecer en santidad y conformarnos cada vez más a la imagen de Cristo.
¡Avancemos con fe!
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente
Gracias la palabra de Dios edifica y cambia vidas,y ello quiero para la mía, cambiar completamente toda que Cristo haga de mi una nueva criatura., gracias bendiciones.