UNA MENTE RENOVADA
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»
Romanos 12:2
Cada año, el mundo nos ofrece nuevos modelos de vida y la mayoría de veces nos alejan de Dios. Siempre surge alguna «novedad o tendencia» que, a fin de cuentas ocupan gran parte de nuestro tiempo. Con eso, muchas veces nuestra dedicación a Dios disminuye sin que nos demos cuenta y rápidamente nos alejamos del propósito de Dios.
El apóstol Pablo dijo que ya no debemos conformarnos al mundo. La palabra «mundo» se usa casi siempre en el Nuevo Testamento para referirse al «sistema mundial» o la forma en que todo ser humano vive por defecto.
Juan describió esta forma de vida mundana como «los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo» (1 Juan 2:16). Por instinto todos perseguimos esas cosas en busca de la felicidad y el significado en nuestras vidas. Pablo nos dijo que abandonemos la búsqueda del placer, las posesiones y el estatus, que dejemos de vivir como todos los demás. En cambio, nos insta a transformarnos de adentro hacia afuera.
Mi hermano y hermana, es importante recordar que el modelo de este mundo no encaja con la voluntad de Dios. Obviamente, cuando colocamos a Dios como prioridad, no nos amoldamos a las tendencias de este mundo. Ahora bien, esto solo es posible a través del Espíritu Santo que nos acerca a Dios.
Cuando buscamos hacer la voluntad de Dios, actuamos con equilibrio y control de nuestros deseos carnales. De esa forma, no somos influenciados por las tendencias y pasamos a brillar en este mundo haciendo la voluntad de Dios.
Si renovamos nuestra mente podremos experimentar la buena voluntad de Dios, aquello que Dios tiene preparado para nosotros desde siempre. Veremos que su voluntad no es algo tedioso y difícil, tampoco algo imperfecto que solo trae frustración, sino, por el contrario, su voluntad es buena, agradable y perfecta.
¿Cómo nuestra mente es renovada?
- Buscando la voluntad de Dios para nuestras vidas a través de su Palabra.
- Siendo cuidadosos ante las «novedades o tendencias» que el mundo nos ofrece. Meditemos bien si esa nueva tendencia puede alejarnos de Dios.
- Puede que lo que el mundo ofrece esté bien, pero lo que Dios ofrece es todavía mejor.
- Busquemos la santificación, orando, y dedicando tiempo de nuestro día a Dios.
Mis Hermanos, es mi deseo que siempre estemos atentos a lo que el mundo nos ofrece, recordemos que no debemos dejarnos llevar por corrientes o sistemas, si no busquemos siempre las cosas que son eternas. No hay nada más precioso que buscar la presencia de Dios en nuestras vidas y así influenciar al mundo con su Palabra.
¡Creciendo juntos!
José Miguel Olave
Pastor de Adoración y Artes