EL PELIGRO DEL ORGULLO
“…Pero Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho; antes bien, se enalteció su corazón.” (2 Crónicas 32: 25)
Hoy observaremos un pasaje en la vida de gran rey Ezequías; en la cual, a través de su experiencia, podemos ver el gran peligro que enfrentamos cuando experimentamos algún tipo de logro o victoria espiritual. Nos dice la Escritura que el Señor derrotó al ejército Asirio; dándole a Ezequías y a Judá una gran victoria: “… Y muchos trajeron a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías rey de Judá; y fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.”, esto fue sin lugar a dudas una gran bendición de parte de Dios.
Además de ello Ezequías experimento la sanidad divina: “… en aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal”, otra gran victoria espiritual; mostrando una vez más el Señor Su poder y Su amor a favor de su hijo. Sin embargo, estas grandes victorias o logros fueron ocupando un lugar en el corazón del rey, que poco a poco se fue alejando de la voluntad de Dios; porque se menciona que su corazón se enalteció.
¿Cuál fue la evidencia de esto? Cuando los mensajeros de Babilonia vinieron a visitarle; así lo dice: “…Mas en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.” Pero ¿Que había en su corazón? “… En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, y especias, y ungüentos preciosos, y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios.” 2 Reyes 20: 12 – 13
En su corazón había orgullo, el cual es uno de los grandes pecados que enfrentamos los seres humanos. Fue el primer pecado en la historia; en el que cayó Lucero (Satanás) y luego a Adán y Eva y así paso a todos los seres humanos. Como dice un autor: ¿Qué es el orgullo? El orgullo es darnos el crédito a nosotros mismos por algo que Dios ha hecho. El orgullo toma la gloria que solo le corresponde a Dios y la guardamos para nosotros mismos. El orgullo es en esencia una auto adoración. Cualquier cosa que logremos en este mundo, no habría sido posible si no fuera por Dios que nos capacita y nos sostiene. Entonces todo parece indicar que cuando Ezequías recibió a los mensajeros y les mostró sus tesoros; la intención de su corazón fue darse el crédito de todo lo que tenía. Ezequías tropezó en este grave pecado, dándonos una tremenda lección de ser muy cuidados en cuidar nuestro corazón, sobre todo después de recibir grandes bendiciones, logros y victorias.
Recuerda que todo cuanto somos y tenemos es por su gracia y misericordia; sin él nada seriamos en esta tierra. “… No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó,” Deuteronomio 7: 7 – 8ª
Para Meditar
¿Cuál es tu actitud cuando recibes grandes bendiciones del Señor? ¿Reconoces que todo cuanto tienes y eres es por la gracia de Dios? ¿Crees que lo que tienes es bien merecido?
¡Firmes y adelante!
Néstor Méndez
Pastor Asistente
Que hermosa enseñanza, es una bendición para mi vida. Quisiera expresar todo lo que siente mi corazón, sin embargo solo escucho su palpitar y disfruto de su presencia sintiendo que mi Padre me ama y nunca me deja solo, porque sin su presencia en mi vida yo no podría avanzar e ningún campo.
El Señor es mi fortaleza, mi pronto auxilio y quien guia mis pasos con su infinito amor.