EL NACIMIENTO DEL ETERNO JESÚS
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” (Miqueas 5:2)
Entre los cientos de profecías que hablan acerca del Mesías, está la de (Miqueas 5:2), la cual se encarga de aclarar la aparente contradicción de nuestro encabezado: El Nacimiento del Eterno Jesús. ¿Por qué, cómo va a nacer alguien que es eterno? La Biblia enseña, de manera clara y contundente, que no hay nadie que haya existido desde antes de nacer; excepto Dios. El cual es Dios eterno, Todopoderosos y creador de todo cuanto existe.
Miqueas, un profeta de la segunda mitad del S. VIII a.C. y de las dos primeras décadas del S. VII a. C., que le tocó profetizar al reino de Judá, en medio de una profunda descomposición social, moral y espiritual; en medio de un pueblo que buscaba con avidez el mal. Fue contemporáneo del profeta Isaías. Y que a pesar de que vivió en el campo, el Señor le dio una profecía para los principales estratos sociales de Jerusalén.
Su profecía anticipa tres eventos que serían corroborados por el devenir histórico de la humanidad.
1. EL LUGAR DE SU NACIMIENTO. Claramente, la profecía señala el lugar: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel;” (Miqueas 5:2a). Dice que el Mesías nacerá en Belén. A pesar de ser una aldea pequeña e insignificante. Sin embargo, toma importancia por tres cosas: La primera, porque allí o cerca de allí murió Raquel, la bella esposa de Jacob. Pues hubo complicaciones en su parto y murió dando a luz al último de sus hijos, a quien puso por nombre Benoni o hijo de mi tristeza o de mi dolor. Aunque Su padre Jacob le puso por nombre Benjamín o hijo de mi mano derecha. La segunda, porque allí nació David, el rey conforme al corazón de Dios. Y la tercera, porque allí escogió Dios que naciera Su Santo Hijo Jesús.
2. LA NATURALEZA DE SU GOBIERNO. Miqueas dice: “de ti me saldrá el que será Señor en Israel;” (Miqueas 5:2b). El texto presenta al Mesías con una doble responsabilidad. Primero, que VENDRÁ CON AUTORIDAD, porque él es el Señor, él es el gobernante. Y segundo, que VENDRÁ A GOBERNAR, pero no a nombre propio, Tampoco a implantar Su voluntad, sino a hacer la voluntad de Dios; porque Saúl y los demás reyes fracasaron, porque en lugar de gobernar en coherencia con la ley de Dios y Su voluntad soberana; todos, trataron de implementar su propia voluntad, haciendo tropezar al pueblo. En cambio, Jesús vendría de parte de Dios para guiar a los hombres y mujeres a hacer su santa y perfecta voluntad.
3. EL ENIGMA DE SU NACIMIENTO. El texto menciona: “y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” (Miqueas 5:2c). Primero, dice que nacerá en Belén y luego menciona que sus salidas son desde el principio de la eternidad. Esta aparente contradicción queda resuelta cuando uno se da cuenta de que todo ser humano al nacer marca el inicio de una nueva vida, excepto el Mesías, que aunque nacería en Belén, no comenzaría a existir a partir de Belén; porque él es el Dios Todopoderoso, el creador de los cielos y la tierra. Y que nunca tuvo principio, ni tendrá fin. Solo de esta manera se puede entender (Juan 1:1-3, 14). Ya que Jesús era el Ángel del Pacto, que habló con Abraham. Jesús fue la zarza ardiente que vislumbró a Moisés. Etc. Qué grandeza la de nuestro Dios y que sabiduría digna de imitar. ¡Medítalo!
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor
Me gustó haber leído este maravilloso texto y saber más acerca de el nacimiento de Jesús💓🌠