Celos que matan
“…Cuando el ejército de Israel regresaba triunfante después que David mató al filisteo, mujeres de todas las ciudades de Israel salieron para recibir al rey Saúl. Cantaron y danzaron de alegría con panderetas y címbalos. Este era su canto:
«Saúl mató a sus miles, ¡y David, a sus diez miles!». Esto hizo que Saúl se enojara mucho. «¿Qué es esto? —dijo—. Le dan crédito a David por diez miles y a mí solamente por miles. ¡Solo falta que lo hagan su rey!».
Desde ese momento Saúl miró con recelo a David.” (1 Samuel 18: 6 – 9)
A lo largo de los tiempos los celos han sido un protagonista fatal en la vida de muchas personas, instituciones, familias e incluso ministerios e iglesias. Lamentablemente es algo que sigue acompañando aún muchas historias. Es de esperar esto en la vida secular donde impera, las agendas secretas, las malas motivaciones, el uso y abuso de poder y la frase: “el fin justifica los medios”; pero en las iglesias y ministerios es de lamentar. El día de hoy vamos a ver algunos rasgos de este cáncer llamado celos.
¿Qué son los celos? Según la RAE: del latín tardío zelōsus.
1. adj. Que tiene celos. Sin.: desconfiado, receloso, suspicaz, envidioso.
2. adj. Que muestra interés extremado y activo por algo o por alguien.
Luego de una gran victoria nacional, comienza la celebración, la fiesta, la algarabía, traduciéndose esto en canticos que serian funestos sin tener ese propósito, para la vida de David. El rey Saúl quien ya evidenciaba falta de carácter espiritual, escucha dichas canciones y produjo según la Biblia, celos ¿Por qué? Porque cayo en la trampa de la comparación. Y aquí radica a mi entender la raíz de los celos, la comparación.
Por supuesto que los canticos ayudaron, o en todo caso saco a la luz lo que había en el corazón del rey. La diferencia era abismal, era a razón de 1 a 10; en todo caso Saúl no fue honesto dado no había hecho nada para semejante victoria. En todo caso quien había arriesgado su vida había sido David y en cierta medida era quien más crédito merecía.
Sin embargo, hay algo mas a considerar. Cuando caemos en la comparación producto de los celos y la envidia es porque no sabemos con certeza y convicción quienes somos. Saúl definitivamente no lo tenía claro. Nunca debemos olvidar y tener siempre presente amados que No somos el producto de nuestros logros ni nuestros méritos, somos el producto de la gracia de Dios en nuestras vidas, debiendo tener claro nuestra identidad (quienes somos) y a que hemos sido llamados (cargos).
Esto puede ocurrir en tu trabajo, en la escuela, muchas veces en la familia y peor aún en los ministerios e iglesias. Dios nos guarde de vivir en un ambiente así o peor aún nosotros ser parte de este terrible pecado en nuestras vidas, que afecta todo lo que nos rodea.
Para Meditar
Responde con honestidad ¿Quién eres? ¿Eres consciente de lo que tienes? ¿Te fijas mucho en lo que hace otra persona? ¿Te comparas con el alguien? El cargo o la labor que desarrollas ¿Quién te lo dio? ¿Quién te lo puede quitar? ¿Tienes celos de alguien? ¿A qué te ha llamado Dios?
¡Firmes y adelante!
Néstor Méndez
Pastor Asistente
Esto muestra que hoy aprendí a no tener celos y envidia de alguien ya que nos puede convertir en personas muy orgullosas además de que a quien deben darle crédito es a Dios porque el es el que más nos ayuda en nuestra vida diariamente por medio de la biblia