PASOS FIRMES
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
1 Corintios 10:12
Era el cumpleaños de la hija del misionero y nos habían invitado a un club de la ciudad para celebrar con los hijos de los pastores. Cantamos, comimos, hasta que llegó el momento de los juegos. ¡La pasamos genial!
Ya casi terminando la fiesta, nos animamos a jugar en el trompo. Aquel juego de fierro con un eje central, asientos a los costados y que gira a la velocidad que uno lo mueve. Todos tomaron un asiento, pero yo quise dar la “apariencia” de ser fuerte y tener mucho equilibrio; así que, me paré en el eje central del mismo. Al inicio todo era risa, pero conforme fueron pasando los segundos, fui perdiendo el equilibrio debido a la velocidad en que giraba el trompo. No pude sostenerme más, mis pies cedieron cayendo hacia un lado. Lo complicado de esto fue que uno de los asientos de fierro golpeó duro en mi frente, cayendo desmayado sobre la arena. ¡Fui llevado de emergencia al hospital!
Por la gracia de Dios me atendieron con rapidez y pronto estaría de vuelta a casa, con un tremendo hematoma en la frente y el rostro que combinaba el morado y el verde.
¿Qué podemos aprender de este episodio? Muchas veces no medimos las situaciones y por ende ni siquiera consideramos las consecuencias. Creemos estar firmes ante circunstancias que pueden provocar una caída y una tragedia en nuestra vida espiritual. ¡El necio actúa por la emoción o se deja guiar por la situación! El sabio no solo evalúa cuáles serían las consecuencias; sino que, sobre toda cosa, actúa de tal forma que responda correctamente a la pregunta: ¿qué haría Jesús en mi lugar?
En la vida espiritual no podemos dar pasos débiles porque podemos terminar inmersos en el pecado. Mas bien, los pasos firmes deben estar guiados por los principios de la Palabra de Dios. Siempre el consejo bíblico nos guiará a tomar decisiones sabias y prudentes.
¡Cuidado! Las consecuencias están atadas a tus decisiones. Puedes tomar y elegir tus decisiones, pero no puedes escoger tus consecuencias. Por eso, te animo a buscar siempre el consejo del cielo para toda situación que se viva en esta tierra. La Palabra nos guiará por caminos seguros, y esos caminos nos llevarán a dar pasos firmes.
¡Estudia la Palabra! ¡Vive la Palabra! ¡Enseña la Palabra!

Daniel Alcántara
Pastor Titular