EL HOMBRE DE DIOS 2
“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios, sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17)
Hace exactamente una semana que escribimos el devocional EL HOMBRE DE DIOS 1, allí decíamos que el hombre o mujer de Dios era un creyente que en el desarrollo de su fe y su anhelo por servir al Señor, debería de manifestar una vida de obediencia, un amor a Dios y a Su palabra. Que debería estar en constante aprendizaje, discipulando a las generaciones más jóvenes, con el propósito de ser coherentes con la Gran Comisión. Este hombre o mujer de Dios debería conocer bien las Sagradas Escrituras, ya que estas serán su vademécum de enseñanza y su ley motivo de su trato con la gente, de allí que tendrá que considerar:
1. DEBERÁ ENSEÑAR LA BIBLIA. El texto dice: “Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,” (2 Ti. 3:16a). Lo que se tiene que considerar es que, la Palabra de Dios fue inspirada por Dios para poder expresar Su voluntad. De allí que la labor de discipulado a creyentes recién nacidos espiritualmente tenga que ver directamente con la voluntad de Dios para la vida del nuevo creyente. No deben ser recomendaciones humanas, sino la palabra de Dios es la que se entrega en cada reunión, clase, célula o consejo.
2. DEBERÁ DE REPRENDER CON LA BIBLIA. La versión RV 60 usa una palabra poco conocida: “redargüir”, la misma que significa reprender, ganar al contrario con sus propios argumentos. La reprensión a antagonistas deberá de estar permeada por el amor y el buen trato, sin dejar de ser firmes y veraces. De allí la necesidad de conocer la palabra para poder usarla correctamente en el momento preciso con el opositor.
3. DEBERÁ DE CORREGIR USANDO LA BIBLIA. Ya el Señor había mencionado que sus caminos no son como nuestros caminos. Muchos caminos del hombre, le parecen derechos, pero su final son caminos de muerte. De allí la necesidad de corregir constantemente las ideas, pensamientos y conductas de nuevos creyentes que se separan de la voluntad de Dios. Y la biblia sirve “para corregir.”No habrá mejor consejo que aquel que viene de la palabra de Dios.
4. DEBERÁ INSTRUIR EN JUSTICIA USANDO LA BIBLIA. El hombre o mujer de Dios tiene un manantial de enseñanzas en la biblia. Y proviniendo de un Dios cuya naturaleza es ser justo, se tendrá precisamente la instrucción necesaria y justa para modificar la conducta de todo ser humano que, debido a las proclividades propias del ser humano, se sale de la voluntad de Dios. Si el hombre o mujer de Dios cumple con estas cosas, entonces será “perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:17). De esta manera estará listo para el ministerio al cual el Señor lo ha llamado.
¡Con la expectativa de verte!

Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor
Excelente reflexión para el hombre de Dios y de ayuda para los que servimos al señor.