¿CUÁL ES SU IDENTIDAD?
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.«
2 Corintios 5:17
Todas las personas que llegan a este mundo han tenido que batallar de una forma u otra para descubrir su identidad. Actualmente, los estudios psiquiátricos han acuñado un nuevo término de diagnóstico: “la crisis de identidad”. Todos hemos tenido que luchar con nuestras imágenes contradictorias. Muchas personas se pasan la vida tratando de ganarse la aceptación y atención de los demás, pensando que están edificando una indestructible fortaleza de valor personal. En el proceso, hacen a un lado la verdadera perspectiva que Dios tiene de ellas porque ignoran el inmenso valor que tienen para él. Los pasos para entender estas verdades están dispersos a lo largo de las Escrituras. Para descubrirlos, primero debemos saber lo que significa la palabra IDENTIDAD.
Alguna vez se ha preguntado ¿quién soy? ¿A dónde voy? ¿Cree que carece de propósito o que tiene poco valor? Es importante que tengas una respuesta verdadera a estas cuestiones para que pueda experimentar lo es que tener significado y propósito en la vida.
Es vital entender que nuestra IDENTIDAD determina nuestro valor y destino. En un sentido muy práctico, si yo entrase a un banco, me dirigiera a la ventanilla y le dijera: “¿me puede dar 100 soles?”. El cajero me pediría mi identificación y el número de cuenta. Si no le doy esa información y sigo solicitando dinero, lo único que recibiré serán las instrucciones del personal de seguridad para salir del banco. Pero si tengo recursos económicos, sin importar de donde provengo, cuando doy mi identificación y mi número de cuenta, prontamente recibiré el dinero solicitado. Mi identidad definitivamente determina mi valor y mi capacidad de retirar de mis fondos ahorrados.
¿A dónde voy? ¿Cómo responde Ud. a esta pregunta? Hace poco hice un viaje a Lima. La capital es una ciudad muy congestionada, llegué como se dice “a las justas” a la agencia para mi retorno a Trujillo. Observé una larga cola para subir al bus, yo era el último. Me acerqué al agente y extendí mi identificación, los checks de abordaje estaban casi lleno, pero ahí estaba el asiento asignado a mi nombre, el agente me indico “Bienvenido, puede subir, su asiento es…”. Es evidente que mi identidad estaba ligada directamente al destino de ese bus.
Por eso es importante conocer cuál es nuestra identidad en términos de nuestro valor real y nuestro destino eterno. Existen dos identidades diferentes a la que pertenecen todos los seres humanos. Los que están en Adán y los que están en Cristo: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. (1 Co. 15:21-22)
Dios nos da la posibilidad de obtener una nueva identidad en Cristo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…”. Si desea tener esta nueva identidad, Ud. debe acercarse en humildad a Dios, reconocer que ha vivido en rebeldía y apartado de Su voluntad, pida perdón a Dios y reconozca a Cristo como Su Señor y Salvador.
Si desea tener una identidad basada en una relación con Dios a través de Jesucristo, haga la siguiente oración:
“Señor Acepto que muchas veces he tomado malas decisiones. Sé que pecado y te pido que me perdones todos mis pecados. Ahora quiero ser tu hijo. Te pido que Jesucristo venga a mi vida para salvarme y para que sea mis Señor. Rindo completamente mi voluntad a la tuya. Lo pido en el nombre de Jesús. Amén
Recuerda cada hijo de Dios ¡tiene un nuevo valor, un nuevo destino, y una nueva identidad!

Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente
Amén