UN CORAZÓN NUEVO
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.”
Ezequiel 26:36
Este pasaje forma parte de una promesa de restauración para el pueblo de Israel, pero su significado trasciende a todos los que hemos experimentado la transformación que Dios ofrece a través de Cristo.
- La obra transformadora de Cristo
Sin Cristo nuestro corazón está endurecido por el pecado, es insensible a la voluntad de Dios y enfocado en el egoísmo. Un corazón así es incapaz de amar, obedecer o buscar a Dios. La promesa de Dios en Ezequiel (de dar un corazón nuevo) encuentra su cumplimiento perfecto en Jesucristo.
Dios nos da un corazón nuevo, no solo repara lo dañado; Él nos da un corazón completamente nuevo. Esto simboliza una transformación total de nuestra vida y nuestros deseos.
2. El poder del Espíritu Santo
Dios promete no solo cambiar el corazón, sino colocar Su Espíritu dentro de nosotros para guiarnos y fortalecernos. Él produce en nosotros los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Nos capacita para obedecer. Lo que antes parecía imposible, vivir una vida santa, se vuelve posible por el poder del Espíritu.
3. La obra restauradora de Dios
El «corazón de carne» simboliza una vida sensible a la voz de Dios, compasiva hacia los demás y dispuesta a obedecer.
Un corazón restaurado ama a Dios y ahora desea hacer Su voluntad no por obligación, sino por amor. Convirtiéndose en fuente de gracia, perdón y misericordia.
Reflexionemos: ¿Hay áreas en nuestra vida que están siendo endurecidas por el pecado, la amargura o el orgullo?
Dios quiere darte un corazón nuevo lleno de Su amor y verdad.
¡Creciendo en la Palabra y viviendo juntos en santidad!

Luiggi Naveda
Pastor Asistente