DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
(Juan 8:12)
Había terminado la fiesta de los “tabernáculos”. Aunque los judíos cuestionaban su persona y autoridad, él se quedó enseñando en el templo de Jerusalén.
Jesús hizo la afirmación de “Yo soy la luz del mundo”, con el motivo de hacerles recordar la columna de fuego que guió a los hijos de Israel durante las noches a través de su peregrinaje por el desierto (Ex. 13:21). De la misma manera en la que Dios había iluminado a sus antepasados en el desierto, ahora el mismo Hijo encarnado podía iluminar y dispersar las tinieblas de sus corazones, y no sólo a ellos, sino a toda persona, ellos se encuentran en las tinieblas morales y espirituales. El mundo está bajo el poder del príncipe de las tinieblas, Y el único que puede cambiar esta situación es el Señor Jesús, quien es la “Luz verdadera”. Juan dijo:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo”
(Juan 1:9)
El apóstol Pablo dijo:
“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;”
(Efesios 4:17-18)
Pero estas tinieblas no sólo se encuentran en la mente, sino también llevan una forma de vida alejada de los principios divinos; y quienes viven de esta manera, participan de “las obras de las tinieblas”.
Así que, todos aquellos que han rehusado andar en la luz de Jesús, no sólo viven en las tinieblas, sino que además terminarán en «las tinieblas de afuera» (Mt 8:12). Para ellos «está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas» (Jud 1:13).
¡Hermano!
Qué importante es tener la luz de la vida en un mundo que se está hundiendo en las “tinieblas”. Aunque también es una responsabilidad del creyente que debe ser “luz del mundo” (Mt.5:14) andando en la luz de Cristo.
¿Hay algún aspecto oscuro en tu vida, algo que continuamente te hace temer, tal como el futuro o un reto que usted debe enfrentar? No hay porque desesperarse. El Padre quiere aliviar el temor que siente, arrojando luz sobre sus circunstancias.
Recuerde, que en el principio, Dios hizo existir la luz por medio de su palabra y lo hizo antes de crear el sol, la luna y las estrellas (Génesis 1). Esto se debe a que su misma presencia otorga iluminación espiritual y física:
“No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”
(Apocalipsis 22:5)
Destruyendo barreras.
José Cabanillas
Pastor Asistente