EL SEÑOR ECHA FUERA EL TEMOR

EL SEÑOR ECHA FUERA EL TEMOR

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Isaías 41:10

El temor es tremendamente dañino cuando no nos permite disfrutar la vida que Dios diseñó para nosotros. De ese tipo de temor es que quiero hablarles hoy, del temor que nos paraliza, que no nos deja avanzar, el temor que nos mantiene estancados, amedrentados e intimidados. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo vencemos el temor?

1. Enfrentemos nuestros temores con la Palabra de Dios: La lectura de la biblia es el mejor antídoto contra el miedo, ¿sabes por qué?, porque es un libro que transmite paz, esperanza, fe, valor, autoridad, y todo lo mencionado nos ayuda a contrarrestar el temor, la angustia y el desasosiego del alma. 

“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”. 
Deut.31:6 

“No se angustien por nada. Confiad en Dios, confiad también en mí”. 
Juan 14:1

2. Sometamos nuestros pensamientos a Dios: La biblia nos dice que debemos “llevar cautivo todo pensamiento” (2 Corintios 10:5). Eso significa que tengo la oportunidad de hacer algo al respecto con todos los pensamientos que no son agradables a Dios y que me infunden temor. ¿Qué hacer?, debemos llenar nuestra mente con los pensamientos correctos y someterlos a Dios. La biblia dice: “En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso”. (Filipenses 4:8).

Algunos otros consejos para enfrentar el temor y vencer:

1. Tener un tiempo de oración a diario con Dios.
2. Asistir a la iglesia.
3. Escuchar alabanzas.
4. Escuchar sermones y enseñanzas que nos ayuden en nuestro crecimiento de vida cristiana.
5. Compartir con otras personas sobre los temores que estamos enfrentando y pedir ayuda en oración y consejería.
6. Leer libros que nos ayuden a entender el porqué de nuestros temores.

¡Creciendo juntos!