EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la Palabra”
(Efesios 5:25-26)
En diversas oportunidades hemos dejado de leer las Sagradas Escrituras, a sabiendas que es nuestro alimento espiritual. Pero, ¿Por qué nos sentimos incómodos en alimentarnos con la Palabra de Dios?
Los creyentes nos vemos tentados a ignorar o descartar el estudio de la Palabra porque contradice nuestra manera de pensar. Esta acción no debe suceder en el cristiano, más bien todo lo contrario porque la necesitamos.
Cuando un marido creyente ama a su esposa como Cristo amó a la iglesia, entregándose a sí mismo por ella, para santificarla, la obediencia por parte de ella se hace fácil: “Mi esposo me ama en forma tan profunda y es tan bueno conmigo que me apresuro para obedecerle”, de igual manera debemos hacerlo con Nuestro Señor. ¡Es hermosa una relación así!
¡Amado hermano!
El Espíritu Santo te hablará a través de las Escrituras para ayudarte en tu crecimiento espiritual, emocional, siendo esencial para el bienestar de tu alma. En tal sentido Dios por medio del poder de su Palabra te revelará aspectos de tu corazón para sanarlo, el libro de Hebreos dice:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
(Hebreos 4:12)
Nuestro Padre Celestial lleva a cabo su obra transformadora en el creyente a medida que meditamos en su verdad:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
(Romanos 12:2)
¡Amado hermano!
Debes desear que el poder de la Palabra de Dios transforme tu vida; el Señor te conozca cada día más y más.
Si tienes algún anhelo de sanidad; anhelas tener una vida llena de significado; esperanza y gozo, abre la Biblia y sáciate de ella. El Señor te ayudará a ver cómo tu vida puede ser más satisfactoria, saludable y significativa.
Destruyendo barreras
José Cabanillas
Pastor Asistente