LA NECESIDAD DE EXTENDER EL EVANGELIO
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:16
Sin duda que, al mirar este texto tan conocido y miles de veces compartido, usted tendrá la sensación de autocomplacencia al decir; ya lo conozco, y una cantidad de veces lo he repetido. Tendrá también usted la sensación casi de fracaso al pensar que la gente ya lo conoce y la mayor parte de ellos ni siquiera quiere escucharlo. Y es lógico sentirse así, pues si recordamos nuestra infancia espiritual, así fuimos nosotros, reacios a oír la palabra de Dios. Pero, así lo escuchamos y así lo creímos.
Sin embargo, ante tantas ofertas que se hacen en este mundo, que, prometen la felicidad al ser humano; bueno sería considerar explicar un poquito el texto en mención para hacerlo más digerible con quienes compartimos nuestra experiencia cristiana. O quizá nuestros interlocutores lo necesitan urgentemente en sus vidas, aunque no se den cuenta de ello. Consideremos algunas cosas que este evangelio en miniatura contiene y muchísimas veces no es compartido.
Lo que este texto quiere, es que conozcamos cómo es el corazón de Dios y qué es lo que pretende. Entonces, el texto:
1. EXPRESA LA ACTITUD DE DIOS. Lo primero que uno se da cuenta es que, Dios tiene una actitud de acercamiento al ser humano: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” (Juan 3:16a). Es Dios quien toma la iniciativa en cada caso, no es precisamente el ser humano; sino Dios, quien toma contacto con el hombre para manifestar Su deseo:“Mas Dios muestra su amor para con nosotros…”(Romanos 5:8b)
2. EXPRESA LA VOLUNTAD DE DIOS. Siendo Su voluntad buena, agradable y perfecta, la muestra con toda libertad: “…que ha dado a su Hijo unigénito…” (Juan 3:16b). Esto, tiene coherencia con la parte más medular del evangelio: “…dar su vida en rescate por muchos.” (Marcos 10:45b).
3. EXPRESA EL PROPÓSITO DE DIOS. Dios, al acercarse al hombre, lo hace con el propósito de manifestar Su propósito: “… para que todo aquel que en él cree, no se pierda…” (Juan 3:16c), y Su propósito, consiste en alcanzar al hombre antes de que sea demasiado tarde. Es imprescindible creer en Jesús, como dice Juan: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna…” (Juan 6:40).
Amados, esto, es muy fácil de poder comunicar a nuestra familia y amigos. Cada uno de nosotros tenemos nuestros propios círculos de influencia. Allí tenemos que extender el evangelio del amor de Dios. Decláralo y no digas ya lo hice y no pasa nada. Recuerda que Dios es un Dios de oportunidades. Cuando tú lo compartiste, tal vez no fue la oportunidad precisa. Pero ahora Dios está queriendo que lo sigas haciendo, una y otra vez, en la medida que él nos presenta la oportunidad. ¡Aprovechémosla!
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor