LA LUZ QUE VENCE TODA OSCURIDAD
“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.”
Juan 1:5
Este versículo contiene una verdad esencial para el creyente y para el mundo. La luz de Cristo es poderosa e invencible. Juan nos habla de la esencia de Jesús como luz en un mundo oscuro y de cómo en Su presencia la oscuridad no tiene poder.
Justo un versículo antes leemos que: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (v.4). Esta luz no solo ilumina, sino que trae vida, porque en Cristo se encuentra la verdadera vida. Jesús mismo dijo en Juan 8:12, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
Juan enfatiza que «las tinieblas no prevalecieron contra ella». Esto significa que, aunque haya oscuridad, aunque haya fuerzas que intenten oponerse a la luz, esta nunca podrá ser vencida. La luz de Cristo es más poderosa que cualquier tiniebla, más fuerte que el pecado, la muerte o el mal en el mundo.
A lo largo de la historia, el mal ha tratado de apagar la luz de Cristo. Vemos esto en la persecución que sufrió Jesús, en Su crucifixión, y también en la persecución de la iglesia primitiva y de los cristianos hasta hoy. Y aunque el enemigo sigue tratando de oscurecer el mundo con el pecado y la mentira, sabemos que la victoria final pertenece a Cristo.
Cristo, quiere traer Su luz a cada rincón de nuestra vida. Muchas veces podemos sentirnos atrapados en la oscuridad de la depresión, la ansiedad, el pecado, o el miedo. La buena noticia es que Su luz está disponible para nosotros, para guiarnos y transformarnos. Esto nos recuerda que, independientemente de nuestros errores o nuestras luchas, hay esperanza y oportunidad para un cambio.
“Cristo es capaz de sostener el corazón bajo los dolores más pesados
y de dar luz en las tinieblas más grandes.”
Jonathan Edwards
Jesucristo no solo quiere que seamos receptores de su luz, Él también nos llama a reflejar esa luz. En Mateo 5:14, Jesús dice: “Vosotros sois la luz del mundo”. Ser luz significa vivir de una manera que refleje Su amor, verdad y justicia en el mundo.
Hoy, somos llamados a ser esa misma luz. No estamos llamados a escondernos ni a guardar nuestra fe solo para nosotros, sino a compartirla y vivir de una manera que otros puedan ver a Cristo en nosotros. Aunque a veces sea difícil, debemos recordar que la luz de Cristo en nosotros es más fuerte que cualquier oposición.
¡Creciendo en la Palabra y viviendo juntos en santidad!
Luiggi Naveda
Pastor Asistente
AMEN. DIOS ES SABIO, ME HIZO LEER ESTE MENSAJE EN MOMENTO DE ENOJO, QUIERO VER EN MI LA PACIENCIA DE JESUS. SIENTO PAZ GRACIAS 🙂 BENDICIONES
Gracias a Dios,esa Luz vino asl mundo y nos alumbró,ya no hay tinieblas en muestras vidas, iluminemos al mundo con la ayuda del Espíritu Santo. Amén
Gracias hermanos, sigan adelante llevando la Palabra al mundo, Dios no quiere que ninguno se pierda, más, Tengan Vida Eterna en Cristo.
Gracias hermanos en Cristo por la bendición de recibir meditaciones de la Palabra de Dios que nos que nos enseña, corrige, instruye en justicia a fin de que seamos perfectos, enteramente preparados para toda buena obra; con los comentamos para que lleguemos a la unidad de la fe.
Efesios 4:13