HAY ESPERANZA EN JESUS

HAY ESPERANZA EN JESUS

“Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová”.

Salmos 40:3

Gracias a Jesús, nuestro pasado ha sido perdonado, tenemos un propósito y una esperanza de estar en el cielo. Compartir con otros de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas es algo muy valioso.

Cuando la gente ve la diferencia que Jesús hace en nuestra vida, eso tiene un impacto. Me gusta cómo traduce el texto que hemos leído la versión NTV: “Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que Él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el Señor”. Salmo 40:3.

Veamos tres pasos prácticos para compartir la esperanza que tenemos en Jesús:

1. Escucha primero.

Muchas personas en este mundo tienen hambre y sed de la palabra. Nosotros, como creyentes, necesitamos tener la disposición para escuchar de sus problemas. El libro de Proverbios 18:13 dice: “Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso”. Nuestros oídos son una gran herramienta para mostrar amor a las personas. Sin duda alguna, Dios quiere usarnos para traer esperanza a aquellos que tienen el corazón abatido.

2. Compartamos nuestro testimonio.

¿Por qué nuestro testimonio? Porque tenemos mucho que contar de lo que Dios ha hecho en nosotros. Muchas personas piensan que solo tienen el testimonio de cómo llegaron a Cristo. Pero recordemos que Dios nos ha ayudado de una u otra manera, dándonos la sabiduría para salir de un problema difícil, ayudándonos en nuestras relaciones familiares o de salud, es allí donde podemos recordar esos testimonios poderosos que pueden llevar a las personas a Jesús.

3. Llevar a las personas a adorar.  

Una de las mejores maneras de compartir las Buenas Nuevas es llevar personas a la iglesia. Al entrar a un servicio, verán a muchos creyentes reunirse y adorar a Dios. Hechos 2:47 NTV, dice: “Todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos”.

Muchas personas no conocen la esperanza que da nuestro Señor Jesús, por lo que están espiritualmente vacías y Dios quiere usarnos para traer esas buenas noticias del evangelio a aquellos que no tienen esperanza.

¡Creciendo juntos!