DOS CONSEJOS NECESARIOS

DOS CONSEJOS NECESARIOS

“Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro.”
2 Timoteo 2:22 (NTV)

En la vida recibimos diversidad de consejos que pueden ser buenos o malos según los principios que vive el consejero. En este versículo el apóstol Pablo le da dos consejos necesarios a su hijo espiritual Timoteo que, sin duda, se aplica también a nosotros.

1. Escapar de todo lo que nos daña en la vida: “Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. …” (v.22a)

En la vida hay amistades, lugares y situaciones que van desmoronando lo que ha costado construir a través de los años. Hay personas que, a través de sus costumbres, diversiones y/o criterios, nos van contagiando de aquello que va a ensuciar nuestro camino. Aquellos estímulos también pueden generarse en nuestro propio corazón, por lo cual, deberíamos evaluar constantemente cuáles son las reales motivaciones.

El verbo “huir” demanda no enfrentar ni darnos licencias en la vida; sino, escapar corriendo si fuera necesario. Hay estímulos que deberíamos tener mucho cuidado. Sería bueno evaluar qué cosas pueden generar o están generando en nuestra mente y corazón saltar los límites establecidos por Dios en Su Palabra. Estos estímulos pueden ser la música que escuchamos, las series o películas que seguimos, las bromas que jugamos, amistades que frecuentamos, etc.

2. Ir tras aquello que bendice nuestra vida: “… En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro.” (v.22b)

Hay amistades y lugares que son una bendición. Todos necesitamos la compañía de personas de corazón sincero y sano que viajen con nosotros en la vida, siguiendo el camino de integridad, amor y paz que nos acercan al corazón del Señor. ¡Hay amistades que son un regalo de Dios!

El verbo “seguir” implica ir por un camino trazado, sin considerar no desviarme ni a derecha ni izquierda. Sin duda, la Palabra de Dios es el mapa para transitar ese camino.

Vale preguntarnos: ¿A qué personas debemos soltar en nuestra vida? ¿Qué lugares necesitamos dejar de frecuentar por nuestra salud espiritual? ¿Qué relaciones necesitamos dejar de abrazar? Quizás al inicio nos cueste tomar estas decisiones; pero, nos costará mucho más en la vida no hacerlo.

¡Estudia la Palabra! ¡Vive la Palabra! ¡Enseña la Palabra!