MENTALIDAD DE ESCLAVO
“21Tres cosas hacen temblar la tierra, y una cuarta la hace estremecer: 22 el siervo que llega a ser rey”
Proverbios 30:21-22b
Agur habló de cuatro cosas que alborotan la tierra que fundamentalmente no son correctas, cuatro cosas que son insoportables. El «siervo» no se refiere al Siervo de Dios, se refería a un hombre con una mente servil y degradada que pensaba y vivía como un esclavo en lugar de un hombre libre. Llega a ser rey y estremece la tierra, no para bien sino para mal, ¡va a hacer un desastre! El proverbista destaca que aquel que nace siervo o esclavo tiende a sentirse insignificante y limitado, con una mentalidad de escasez y sin generosidad debido a experiencias desafortunadas que los llevan a ver todo de forma negativa.
Cuando pensamos en Israel, Dios deseaba que fuera una nación de sacerdotes, profetas y misioneros para el mundo, quienes señalaran el camino hacia Él y Su prometido Redentor. Sin embargo, el pueblo no logró vivir conforme a esta identidad, y cayó en una mentalidad de esclavitud que los limitaba y los alejaba de la bendición de Dios. Es crucial reflexionar sobre nuestra propia historia de esclavitud al pecado y la necesidad de renovar nuestra mente en Cristo para experimentar la verdadera libertad. Muchos creyentes aún arrastran una mentalidad de esclavo, impidiendo que Dios cumpla Su propósito en sus vidas. Reconocer nuestra identidad en Cristo y alinearnos con la verdad de la Palabra de Dios nos libera de la mentalidad errónea y nos capacita para vivir en la plenitud de la vida que Dios tiene para nosotros.
Algunas formas como manifestamos el tener una mentalidad de esclavo:
1. TENER LA MENTALIDAD DE ESCLAVO LOS LLEVO A SER PESIMISTA (EX. 14:11)
El pesimismo se enfoca en obstáculos en lugar de posibilidades. Una mentalidad de esclavo se aferra a fracasos y miserias. A pesar de esto, confiamos en el plan perfecto de Dios, sabiendo que Él obra todas las cosas para bien de los que le aman. Aunque no todo sea bueno, confiamos en que Dios trabaja para nuestro bien. (Ro. 8:28)
2. TENER LA MENTALIDAD DE ESCLAVO LOS LLEVO A QUEJARSE, A MURMURAR, HABLAR MAL, A ESPARCIR NEGATIVISMO. (NM. 13:27-33)
Moisés conforme le dijo Dios envió a los doce espías para explorar la tierra, ellos al retornar dieron el siguiente informe: “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”
El que tiene mentalidad de esclavo no aprecia nada bueno, todo está mal, se presentó un obstáculo y es motivo para murmurar, hablar mal.
3. TENER LA MENTALIDAD DE ESCLAVO LOS LLEVO A OLVIDAR LO QUE DIOS HABÍA HECHO PARA SACARLOS DE EGIPTO (NM. 14:1-2,10B-11)
“Aquella noche todos los israelitas empezaron a gritar y a llorar. Se quejaban contra Moisés y Aarón, y decían: «¡Ojalá nos hubiéramos muerto en Egipto, o en este desierto! ¿Para qué nos trajo Dios a este territorio?
Si hay algo que Satanás va intentar hacer, es hacer que olvides, que no recuerdes de dónde te saco Dios, cómo eras antes de conocerlo y que hubiera sido de tu vida si no lo hubieras conocido. Satanás solo puede operar en tu mente, y si tú lo permites él puede bloquear de tal manera que no aprecies Su amor, Su gracia y Su misericordia.
Cuando sabes quién eres en Cristo dejas esa mentalidad de esclavo, logras entender en Cristo eres perdonado, eres justificado, eres regenerado, eres adoptado, eres santificado, eres redimido, eres santo, tienes una herencia eterna. Empiezas a expresar generosidad con tus talentos (dones), con tu tiempo, con tus recursos (tesoro). Esta nueva identidad no depende de cómo te sientas sino de como CREES. Tu verdadera identidad es lo que eres “en Cristo”
¿Qué mentalidad tienes?
Avancemos con fe
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente