VEN A VERME
“Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán.”
Romanos 15:20-21
A los 15 años, experimenté una clara convicción de parte de Dios que me guiaba a visitar a mi tío Carlos, hermano de mi madre. Como si fuera un susurro divino que me guiaba: «Sobrino, ven a verme«. Fue un momento especial que Dios me concedió para compartir el evangelio con él. En ese instante, mi tío comprendió su necesidad de Cristo para obtener el perdón por sus pecados y alcanzar la salvación. Sin embargo, en la semana siguiente, la salud de mi tío se deterioró y partió para estar con el Señor.
La experiencia personal de compartir el evangelio con mi tío y ver su compromiso de entregar su vida a Cristo se conecta con la urgencia de dirigir nuestra atención hacia aquellos que nunca han escuchado acerca de Jesús.
Al observar las estadísticas sobre la población no alcanzada, surge un susurro divino que nos llama a dirigir nuestra atención a este grupo significativo de personas que nunca han escuchado acerca de Jesús. Según Joshua Project, una organización dedicada a estudiar los no alcanzados, 3.390 millones de individuos desconocen a Jesús, lo que representa el 42,5% de la población mundial. Aunque la Biblia no menciona explícitamente a los no alcanzados, se refiere a aquellos grupos y regiones donde Jesucristo es mayormente desconocido y la presencia de la iglesia es limitada para compartir el mensaje de salvación.
El apóstol Pablo, sin duda, fue un pionero incansable en la expansión del evangelio. Su ministerio misionero fue extraordinario y sin paralelo en la historia de la iglesia primitiva. A través de sus viajes misioneros, Pablo llevó el mensaje de Jesucristo a lugares donde el evangelio aún no había sido proclamado. Su valentía, pasión y dedicación lo llevaron a predicar en regiones remotas y comunidades que nunca habían escuchado acerca de Cristo.
Lamentablemente, en la actualidad, más de 3000 millones de personas en más de 7000 grupos étnicos se encuentran en esta categoría de no alcanzados.
Dos factores principales se utilizan para identificar a las personas como no alcanzadas:
- La falta de conocimiento de Cristo y su evangelio en esas comunidades,
- La escasez de recursos y presencia de la iglesia para llevar el mensaje de salvación a esas poblaciones de manera efectiva.
Es una verdad innegable que cada segundo, dos personas pasan de esta vida sin conocer a Cristo. Millones de individuos claman en silencio por la verdad que puede salvar sus almas “VEN A VERME” Aunque puede que no todos sean llamados a ir esencialmente, todos estamos llamados a orar y apoyar la obra misionera para enviar obreros a esos lugares donde la luz de Cristo aún no ha brillado.
El reloj sigue avanzando y la necesidad es urgente ¿Qué acciones prácticas vas a realizar en favor de los NO ALCANZADOS?
Avancemos con fe en las misiones mundiales.
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente