¿POR QUÉ HACER MISIONES?
Lamentaciones 3:22-23 dice: “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”. Tenemos suficientes versículos que no solo nos muestran la vida de Jesús en esta tierra, sino también, nos instruyen lo que todo aquel que dice ser cristiano debe vivir.
La compasión de Jesús lo vemos en cada encuentro que leemos en los evangelios. Es el lenguaje de Dios con la humanidad. Entonces, hacer misiones es representar a Jesús en esta tierra.
1. HACER MISIONES ES MOSTRAR EL AMOR DE JESÚS: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, …” (Juan 3:16)
- Jesús mostró amor a enfermos y sanos, ricos y pobres, religiosos y ateos, a conocidos y desconocidos, etc. Aún los más horribles pecadores fueron alcanzados por su amor. A lo mejor hay alguien en tu mundo que ya has dado por perdido: un pariente que ridiculiza tu fe, un amigo que nunca te acompaña a la iglesia o a la célula, un compañero de clases que está sumergido en el pecado que no crees que haya para él esperanza.
- ¡Nunca descartes a alguien porque nosotros no sabemos si Jesús le dará una oportunidad de arrepentirse!
- Pregunta de reflexión: ¿Habrá alguien cerca de ti que necesite el amor de Jesús?
2. HACER MISIONES ES SEGUIR EL PLAN DE JESÚS: “Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran.” (Romanos 12:15)
- Jesús amaba tanto a la humanidad que se despojó de su gloria, y vino a este mundo para vivir lo que nosotros vivimos y enfrentar las mismas luchas. ¡No nos salvó desde afuera con una varita mágica! Jesús amaba tanto a la humanidad que tomó nuestro lugar en la cruz.
- El plan de Jesús siempre fue el mismo, amarnos hasta el final. ¡No es un amor de sentimiento, es un amor de acción! A esto se llama EMPATÍA: participación afectiva de una persona a una realidad ajena.
- Su amor por los necesitados le llevó a actuar, no solo a interceder por ellos, porque una fe sin obras está muerta. Debemos llevar un mensaje de amor y esperanza. ¡No enseñamos positivismo, vivimos el cristianismo!
- Pregunta de reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que llevaste el Evangelio a otros?
3. HACER MISIONES ES TENER EL CORAZÓN DE JESÚS: “… y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí …” (Gálatas 2:20)
- Pablo aquí no dice yo vivo para Cristo o me comporto así para Cristo, sino que Cristo usa mi vida para mostrarse Él al mundo necesitado hoy. Porque ¡El mundo no me necesita a mí, el mundo necesita a Jesús!
- Somos un simple pedestal donde se debe mostrar la presencia de Dios. Todos los días mostramos algo con nuestras palabras y actitudes. ¿Qué estamos mostrando a los demás?
- Pregunta de reflexión: ¿Ven los demás a Jesús en nosotros?
El misionero James Hudson Taylor dijo: “No son los grandes hombres que transforman el mundo, sino los débiles y pequeños en las manos de un Dios grande”. Somos actores en esta sociedad, ¿qué papel estamos representando?
¡Estudiemos la Palabra! ¡Vivamos la Palabra! ¡Enseñemos la Palabra!
Con amor sincero
Daniel Alcántara
Pastor Titular
En medio de muchas pruebas Dios ama a todos sus hijos y el no vino por los santos sino por los pecadores para poder darnos la oportunidad de desligarnos de las cosas vanas y para que el cuidara , perdonara y sanara a sus hijos .