VENCIENDO LA COBARDÍA

VENCIENDO LA COBARDÍA

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”

2Ti. 1:7

Timoteo sentía mucho temor por las dificultades que estaba atravesando: persecución a los cristianos por parte de los romanos, algunos integrantes de la iglesia de Éfeso se resistían a su liderazgo y a la afluencia de falsos maestros.

Los creyentes de hoy también sienten timidez por las pruebas y amenazas, tan igual que la iglesia primitiva. Esta presión puede llevarnos al estrés, desánimo, y disminuir la pasión que tenemos por Dios. El apóstol Pablo entendió que Timoteo se hallaba en ese peligro.

Le escribe, que El Espíritu Santo que le fue dado, no es el autor de una disposición tímida o de los temores serviles, más bien Él, nos otorga Su poder para que los podamos sobrellevar.

¡HERMANO!

Cuando estés atravesando dificultades, guíate de estos consejos de Pablo:

1. Recuerda que Dios te ha otorgado poder, para que tengas los recursos espirituales necesarios para toda prueba y amenaza.
   
   “Más cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”
   (Mt. 10:19-20)
   
2. Desarrolla el amor de Dios que te fue dado (Ro.5:5), Este amor es el que agrada a Dios y procura el bienestar de los demás antes que el propio.
   
   “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”
   (1 Jn. 4:18)
   
3. Aplica tu dominio propio, tu mente debe estar disciplinada para mantener sus prioridades en orden. Es opuesto a la cobardía que genera desorden y confusión.
   
   “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”
   (Ro. 12:3)

¡AMADO HERMANO!

Cuando te encuentres en dificultades que te produzcan temor y desanimo, pon en práctica el consejo de Dios a través de Pablo. El Señor también te ha otorgado El Espíritu de poder, de amor y de dominio propio, para que restaure tu fuego espiritual.

Destruyendo barreras