METAMORFOSIS ESPIRITUAL
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17
El proceso de metamorfosis de una oruga a mariposa es fascinante y representa un cambio total en la vida de este insecto. Es increíble cómo una oruga gorda y peluda se transforma en una mariposa delicada y llamativa. Si uno no supiera que ocurre en el proceso de la metamorfosis, dudaríamos que se trata del mismo insecto. ¡Pensaríamos que son dos seres diferentes!
Este versículo nos habla sobre la transformación que experimentamos cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador.
Al relacionar este versículo con el proceso de metamorfosis de una oruga a mariposa, podemos ver similitudes en la idea de un cambio radical y completo. Así como una oruga pasa por una metamorfosis que la transforma en una hermosa mariposa, nosotros, al estar en Cristo, también experimentamos una transformación interior. La transformación producida en el nuevo nacimiento no es solamente un milagro instantáneo, sino un proceso permanente de santificación. Todo cambia para aquellos que han experimentado esta transformación; las cosas antiguas quedan atrás y son reemplazadas por nuevas realidades que vienen con la salvación.
Al igual que la oruga deja atrás su forma anterior y se convierte en algo completamente nuevo, nosotros dejamos atrás nuestra vieja naturaleza pecaminosa y somos renovados en Cristo. Nos convertimos en nuevas criaturas, con una nueva identidad y propósito en Él.
Henry T. Mahan dijo: “Dejamos la forma de vida, que ama y sirve a la carne, la vieja justicia legal y la religión, las viejas compañías y amistades, los viejos deseos de riqueza, honores y filosofías humanas y los viejos y necios pensamientos acerca de Dios, de uno mismo y de la gloria futura. El nuevo hombre piensa y actúa con nuevos principios y reglas, con nuevos objetivos y en una nueva comunión. Tiene un nuevo mandamiento de amor, un nombre nuevo, un cántico nuevo en su boca para adorar a Dios, un camino nuevo y vivo abierto por la sangre de Cristo, y una herencia en los cielos nuevos y tierra nueva.”
Esta transformación es un recordatorio del poder redentor y restaurador de Dios en nuestras vidas.
¿Te sientes como una oruga? ¿O vuelas como una mariposa?
En lugar de arrastrarnos como orugas, debemos recordar que ahora podemos experimentar la verdadera libertad en Cristo. Este proceso de metamorfosis es un recordatorio impresionante de cómo la transformación interna y externa puede llevar a una belleza y libertad renovadas, similar a la transformación que experimentamos como creyentes en Cristo.
Avancemos con fe
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente
Muy buena enseñanza, debo ser como una mariposa.
Dios nos dé la sabiduría para hacer su palabra y su voluntad.