UNA VIDA EN ADORACIÓN

UNA VIDA EN ADORACIÓN

“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.”
Salmo 100:1-3

Este es un Salmo de Exhortación plena para gratitud a Dios, que no solamente está incluyendo a la nación judía, sino que es un llamado universal a ser agradecidos con Dios todos los habitantes de la tierra.

1. En primer lugar, este hermoso Salmo nos lleva a reconocer que ¡Nuestro Dios es el único que es digno de toda alabanza! “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.(v.1)”
   
   Alabar a Dios no es simplemente cantar, sino admirar, tener el corazón rebosante de gratitud y asombrado por lo bueno que es Dios. La verdadera felicidad no viene cuando hacemos lo que nos agrada ni en buscar lo que creemos que nos va a traer satisfacción viene de entender el motivo por el cual fuimos creados.
   
   Fuimos creados para alabar y adorar a Dios y estar en Su presencia. Dios espera que le honremos de esa manera. La alabanza no es la consecuencia de una vida estable y sin problemas, sino la respuesta de un corazón que ama a Dios a pesar de las dificultades.
   
2. En Segundo lugar ¡Le sirvo con alegría! “Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo.(v.2)”
   
   Esta invitación a adorar a Dios de manera gozosa quiere decir que no se trata simplemente de cumplir un deber como Cristiano, sino de una actitud del corazón que surge cuando se comprende quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros.
   
   La alegría en la adoración es también una forma de testimonio que puede impactar a otros. Cuando las personas ven que somos felices al adorar a Dios, pueden preguntarnos: ¿por qué le adoramos con alegría? es ahí donde nosotros podemos dar testimonio de las maravillas que Dios ha hecho en nuestra vida. La alegría en la adoración es contagiosa y puede ser un medio para llevar a otros a la presencia de Dios.
   
3. En Tercer lugar, debemos ¡Reconocer a Dios como el único Creador de todo el universo! “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. (v.3)”
   
   El salmista dice que reconozcamos que Jehová es Dios. La persona egoísta se enfoca en el «yo», pero no somos autores de nuestra existencia, Dios nos hizo, Él es nuestro Creador. Por Su bondad existimos y le pertenecemos a Él con el fin de cumplir Su propósito divino. La simple verdad de que Dios nos creó debe impulsarnos y motivarnos a alabarle y adorable y a reconocer Su bondad. Su bondad es evidente, no solamente porque Él nos hizo, sino porque Él es nuestro buen pastor que cuida de nosotros.
   
   Mis hermanos, Dios es nuestro Creador y no nosotros, vemos a mucha gente que vive como si fuera el creador y el centro de su mundo, esa forma de pensar los lleva a una ansiosa ambición y, si se les quita todo pierden toda esperanza. Sin embargo, cuando nos damos cuenta de que Dios nos creó y nos da todo lo que tenemos, en consecuencia, nuestra respuesta a ello es queriendo dar a otros conforme Dios nos ha dado a nosotros y si todo se pierde, seguiremos teniendo a Dios y todo lo que Él nos ha dado.

¡Creciendo juntos!