EDUCANDO A NUESTROS HIJOS
“Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.” (1 Samuel 13:22)
Han vuelto los días de algarabía en las calles, de ajetreo, de padres apurados llevando de la mano a sus pequeños hijos al colegio. Los paraderos de buses y colectivos abarrotados de niños y adolescente que pugnan por subir a uno de ellos. El tránsito es un caos con gritos e insultos de conductores impacientes, apurados y que usan toda clase de métodos ilícitos con tal de avanzar.
De otro lado, niños llorando, ensimismados, totalmente desalentados; provenientes de hogares disfuncionales, y muchos de ellos con violencia intrafamiliar. Para colmo de males, los que van a colegios nacionales en su mayoría desvencijados, atiborrados de niños y niñas que sobrepasan la capacidad de atención. Y con poca iniciativa estatal para mejorarlos. Además con planes y programas, que obedecen a agendas perniciosas instrumentadas desde el extranjero.
Salvando las distancias cronológicas, culturales y sociales con el pueblo de Dios de hace un poco más de tres mil años, las condiciones sociopolíticas de aquel entonces generan un paralelo con la situación educativa de nuestros días, en las siguientes características:
1. ESTAMOS EN UN MUNDO CONTROLADO POR EL ENEMIGO. Miremos el texto bíblico: “Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza. Por lo cual todos los de Israel tenían que descender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz.” (1 Samuel 13:19-20). Los filisteos eran declarados enemigos de Dios y de su pueblo. Habían descubierto la tecnología para producir el hierro y con el forjaban las mejores y más contundentes armas para la guerra. Mirando en paralelo con la educación actual, hallamos que los “mejores colegios”, entiéndase los más caros, tienen los mejores espacios, las más adecuadas tecnologías; la calidad de sus medios y materiales son admirables. Pero, supuestamente están desposeídos de una riqueza moral, de la instrumentalización para la formación del carácter del niño y su concomitancia con la verdad.
2. EL VALOR DE LAS HERRAMIENTAS. Dice el texto: “Y el precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, y la tercera parte de un ciclo por afilar las hachas y componer las aguijadas.” (1Samuel 13:21) Los enemigos tenían una tecnología muy superior al pueblo de Israel y no la compartían con nadie, de tal manera que generaban una dependencia con el pueblo de Dios, y así mantenían un dominio sobre ellos. Los filisteos afilaban más o menos las herramientas de los israelitas, para que no sean usadas como armas de guerra, ya que no tenían otras. Y obviamente para hacer volver a afilar socavando la economía de Israel. Siguiendo con nuestro paralelo, las herramientas para la educación son caras y limitadas, muchas de ellas no están al alcance de economías deterioradas como la nuestra. Lo bueno y mejor está limitado.
3. CÓMO ENFRENTAR AL ENEMIGO. “Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.” (1 Samuel 13:22) ¿Cómo se puede enfrentar a un enemigo astuto, abusivo y con armas letales? Sencillamente es imposible. De allí que Israel constantemente se dejaba vencer, eran saqueados y abusados constantemente. Israel indolentemente no buscaba la intervención de Dios. Preferían competir con lo que tenían a la mano. Igualmente hoy, muchos padres de familia, supuestos creyentes, revisten a sus hijos de “buenos colegios”, tecnología de punta, exhibiendo un status que tampoco tienen. Por eso que, al momento de la batalla por la vida, pierden a sus hijos. No tiene las armas imprescindibles para esta clase de guerra: Moral, ética, carácter, verdad, valor, sacrificio, honestidad; sino mira las entidades tutelares que deberían ser modelos de ética, paradigmas de la verdad; supuestamente andan permeados por la inmoralidad, el chantaje, la amenaza, el blindaje, etc. etc.
Cuando esto sucede con los hijos, recién recurren al Señor, a la iglesia, al pastor; cuando la mayor parte de veces ya no hay nada que hacer. Porque los casos en su mayoría mantienen una estructura de pensamiento, mundana y secular. Claro, es la respuesta a una educación en las manos inermes frente al pecado; con siete a diez horas diarias de deformación por un espacio no menor a veinte años de vida. Bien vale la pena recordar esa frase: “lo que el hogar sentencia a la muerte, difícilmente la iglesia lo resucita.” ¡Examínalo!
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor
Buen día pastor. La educación no solo es infraestructura ni políticas educativas . La educación debe estar centrado en el nińo, la familia que es la pieza fundamental del sistema educativo. La iglesia cumple un papel importantísimo pues es quien tiene contacto directo con el hogar por eso la gran responsabilidad de todos quienes imparten la palabra de Dios quien nos guíen sean hombres íntegros porque serán referentes para las familias y que ellas se sientan empoderarlas y sostenidas con los principios bíblicos. Una iglesia fuerte tendrá familias fuertes. La vida dura y difícil de las familias en este mundo será sostenida por la fé y resuelta con la fuerza de la palta del Dios. Que mayor fortaleza y tranquilidad saber que Dios tiene el control de todo.