¿JESÚS HARÁ TODO LO QUE PIDAS?
“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
(Juan 14:14)
¿Responderá Dios al deseo de tu corazón que “todo” lo que pidiereis, Él lo hará?
La palabra “todo” abarca mucho. Se refiere a las obras grandes como a las obras aún mayores (v.12). Este pasaje le da mucha importancia a la relación que existe de las obras con la oración, porque de esta manera se obtendrá el poder para obrar tales maravillas. Vemos en los Evangelios, que Jesús se separaba de sus discípulos para mostrarles como orar, y que ésta es el medio más seguro para recibir sus peticiones. Esto no solo es para los discípulos de aquella época sino también para todos los creyentes.
Debemos pedir con humildad, pero no lo debemos hacer como si el Señor nos debiera algo. Jesús nos otorga amplia “libertad” para que pidamos cualquier cosa: todo cuanto nos sea necesario para la vida, conveniente para el alma, suplicando en su nombre y con conocimiento de causa, no como dice en Mr. 10:37-38:
“Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?”
Jesús pone solo una condición para responder a tu petición: que sea hecha en su nombre, (Jn. 14:14).
Sin embargo, esto no significa meramente añadir la frase “en el nombre de Jesús” al final de toda oración. Cuando Jesús habló con sus discípulos, ellos entendieron que su nombre significaba Su carácter. Así que orar “en el nombre de Jesús” quería decir que debían conformar sus peticiones a la misión, los valores y la Voluntad del Señor.
¡Hermano!
¿Cómo puedes asegurarte de que tus oraciones se alinean con el carácter de Cristo?
Apóyate en el Espíritu Santo. Ro. 8:26, este versículo explica:
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”.
Orar en el nombre de Jesús requiere la ayuda del Espíritu Santo. Así que, permite que el Espíritu de Cristo guíe tus palabras y a los deseos de tu corazón según la Voluntad de Jesús. Y ten la seguridad de que Él te escucha y te responderá.
¡Amados hermanos!
La razón por las que nuestras oraciones tendrán una respuesta rápida y segura, es: “Para que el Padre sea glorificado en el Hijo” (Jn.14:13b).
Este es el objetivo principal de Cristo, de otorgar lo que le pidamos, pero debemos preguntarnos:
¿Lo que le pedimos es para la Gloria de Dios?
Destruyendo barreras
José Cabanillas
Pastor Asistente