JESÚS Y SU TIEMPO DE ORACIÓN
“Y aconteció que, como todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.”
(Lucas 3:21-22)
Jesús, el Hijo de Dios, es bautizado en el Jordán y comienza de esta forma Su ministerio público. Juan el Bautista Lo había anunciado y ahora Él hace cola entre la multitud de israelitas que se habían arrepentido por la predicación de Juan y oraban confesando sus pecados antes de ser bautizados (Mr 1:5)
Jesús también inicio su ministerio orando, buscando cada día la comunión con su Padre. El Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto y ahí oraba”
Nos preguntamos ¿Cómo iniciamos el ministerio pastoral… Cómo iniciamos el día? Quizás algunos mirando en primer lugar nuestra agenda, cuantas consejerías tendré en el día, a qué hora visitar a los hermanos… No digo que esto es malo. Lo malo está cuando nuestras actividades desplazan nuestra prioridad: Mi tiempo de oración con el Señor Jesucristo. Este era el deseo de David. Salmos 5:3 “Oh Jehová de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré»
Estamos pronto a finalizar el año 2023, si hiciéramos una evaluación de nuestros tiempos de oración del 01 al 10 ¿Dónde nos calificamos? Creo que es tiempos de volver a seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto y ahí oraba” (Mr. 1:35)
Observar la última oración de Jesús antes de Su muerte: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Lc 23,46) El ministerio de nuestro Señor comenzó con oración y terminó con oración. Su obra estaba enmarcada por la oración y mostraba una total dependencia de Su Padre.
Muchos hombres de Dios, iniciaron su ministerio pastoral orando, pero también terminaron de rodillas orando. Permíteme compartir el testimonio de David Livingstone.
Los biógrafos del conocido explorador de África y misionero David Livingstone (1813-1873) relatan cómo, en las ciénagas de Ilala (Zambia), completamente desfallecido, sufriendo de úlceras y hemorragias internas, tuvo que ser llevado por sus ayudantes en una camilla. Para la noche le hicieron una cabaña para protegerlo contra la llovizna. Frente a la entrada de la cabaña pusieron a un chico, para que pudiera oírlo si llamaba. Cuando este chico entró a las cuatro de la mañana para ver cómo se encontraba, el misionero no estaba en la camilla, sino arrodillado delante de ella. Lleno de preocupación y temor llamó a los otros colaboradores que se acercaron con temor a la figura arrodillada. Profundamente impactados, se dieron cuenta de que Livingstone ya estaba frío y rígido. David Livingstone había terminado de rodillas su gran misión en el corazón de África y había pasado a la eternidad orando – como su gran maestro – solo, pero no abandonado… Pocas semanas antes, en su último cumpleaños, había escrito en su diario: “Mi Jesús, mi Rey, mi Todo; nuevamente te entrego toda mi vida. Acéptame y concédeme, oh Padre digno, concluir mi tarea antes de que pase este año. Esto te pido en el nombre de Jesús. Amén y que así sea.”
Qué desafío para mi vida de oración. ¿Qué hacer? Salir del activismo y postrarme a los pies de mi Salvador. “No hay lugar más alto, más grande, que estar a Tus pies…” María buscó estar a los pies de su Maestro- Jesucristo. Lucas 10:39 ¿Y nosotros qué buscamos?
Una de las estrofas del Himno: Dulce Oración.
Dulce oración, dulce oración,
Qué aliento y gozo al alma das,
En esta tierra de aflicción
Consuelo siempre me serás.
Hasta el momento en que veré
Francas las puertas de Sión,
Entonces me despediré
Feliz, de ti, dulce oración.
Bendiciones,
Arturo Salirrosas.
Pastor IACyM Oasis
Maravilloso mensaje para reflexionar y ser personas de oración.
Muchas bendiciones pastor Arturo 🙏 🙌
La oración