¿EN QUIÉN CONFÍAS?

¿EN QUIÉN CONFÍAS?

“Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.

Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes”

Salmos 118:8–9

Te imaginas a una persona yendo por la calle, y de repente por un asunto de urgencia tiene que encargar sus cosas a alguien, entre ellas su celular y escoge al primer desconocido que encuentra, y le encarga sus cosas y le pide que por favor lo espere, que regresará en una hora. Suena ilógico, ahora te pregunto ¿Tu harías eso?, creo que la respuesta sería un no rotundo, nadie en su sano juicio encargaría sus cosas, menos su celular a un extraño, si estuviéramos en una situación así le encargaríamos nuestras cosas a alguien conocido, a alguien digno de confianza.

Y a esto último nos lleva la reflexión del día de hoy, no podemos encargar, confiar nuestra vida, el destino de nuestra alma a nada ni nadie que exista en esta tierra, nuestro mayor error es que como humanos imperfectos tendemos a confiar en muchas cosas en este mundo, algunos creen en el horóscopo, otros creen en la supersticiones, otros creen en los amuletos, otros creen en los juegos de azar, otros creen en médiums, espiritistas o en los comúnmente chamanes, otros creen en ciertas estatuas o imágenes de algún santo, etc.

A la verdad nada ni nadie en esta tierra es digno de confianza, y esta verdad es algo que el escritor de este salmo lo tenía en claro, ¡Sólo Dios es digno de confianza! ¡Sólo en Dios podemos confiar, en nadie más! Por eso es que dice “mejor es confiar en Dios que en el hombre o en príncipes”, no sé si te habrás percatado, pero cuando uno pone su confianza en su propia prudencia o sabiduría, o pone su confianza en alguna persona o cosa de este mundo, a la larga nos va mal, analiza, sé honesto, percátate de esa realidad, por eso mi amado(a) es necesario ir a Dios, a Su Palabra, por eso es necesario ir en oración a Él, por eso es necesario mostrar nuestra dependencia en Dios en todo tiempo, no seamos autosuficientes, sino que, aun en lo más mínimo busquemos la guía y dirección de Dios.

Recuerda, siempre, siempre, siempre será mejor poner nuestra confianza en Dios, aprendamos a confiar y descansar en nuestro Dios.