LO QUE LOS PADRES NO SE DAN CUENTA DE LOS HIJOS
“La necedad está ligada al corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él.” (Proverbios 22:15)
Hay padres que son responsables, sacrificados, cuyos esfuerzos en medio de circunstancias adversas, problemas y dificultades; se preocupan por traer el pan para sus hijos y buscan, aunque a veces equivocadamente, el bienestar de la familia. Sin embargo, esto no es suficiente para tener una familia conforme Dios la diseñó. Hay más todavía que nos corresponde hacer como padres.
Pero, hay otros padres que por azar del destino accedieron a ser padres. Estos, nunca deberían de ser padres. Abandonan al cónyuge y a los hijos que crédulamente confiaron en ellos. Que olvidan que tienen hijos, los abandonan, jamás cumplen con lo más mínimo, como es traer un bocado de comida para el hambre de sus indefensos hijos, como lo hacen ciertos animales. Y lo que es peor, se atreven a formar nuevas relaciones que casi siempre recorren el mismo camino, repitiendo la anterior tragedia.
Lo que los padres que aún cumplen con satisfacer las necesidades primarias de los hijos, no se dan cuenta de:
1. LA REALIDAD DEL PECADO. Una de las cosas que, cada uno de los padres pasamos por desapercibido es que, cada hijo que traemos a este mundo es un pecador en potencia y que trae consigo en lo más íntimo de su ser tatuado (para usar una palabra de moda) el pecado. Dice la biblia: “La necedad está ligada al corazón del muchacho; más la vara de la corrección la alejará de él.” (Proverbios 22:15). Esto significa que esa propensión al mal está sujeta, amarrada, atada o grabada en el alma de cada niño (a). Cuando un bebé de brazos, manifiesta ira, coraje, “rabieta”, jala los pelos de la madre o tira las cosas; es allí precisamente que manifiesta esa inclinación al mal que hay en su corazón. A ello seguirán las malas palabras, las envidias, los rencores, los abusos y venganzas, etc. Por esto, y muchas razones más, debemos darle crédito a las sagradas Escrituras, cuando dicen: “La necedad está ligada al corazón del muchacho; ” (Proverbios 22:15a) Basta mirar una clase de niños de inicial de cualquier colegio y comprobarás todo lo que nos advierte la Biblia.
2. LA SOLUCIÓN TEMPRANA. Esta es otra de las cosas que los padres no logran darse cuenta. Que Dios ha puesto la solución al alcance de su mano. Dice el versículo en estudio: “mas la vara de la corrección la alejará de él.” (Proverbios 22:15b). ¡Cuán importante es la intervención de los padres, y de manera especial del padre, para lograr los cambios que requieren los hijos para sacarlos del camino de la perversión!
Aquí hay la necesidad de aclarar que, disciplinar o usar la vara de la corrección, no es lo mismo que golpear, torturar, generar lesiones, abusar, no; por supuesto que no. Hacerlo es una crueldad que solo una bestia lo efectuará.
La vara es una especie de regla delgada que debe de ser usada por amor y no con ira, después de que el niño ha sido comunicado claramente lo que no se debe de hacer. Pero, que lo hace en rebeldía o por desafío a la autoridad. Entonces se usará la vara en la parte sur de la espalda; en aquella parte más abultada que tenemos todos los seres humanos. Fíjese lo que dice Proverbios 13:24 “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama desde temprano lo corrige.” Que sabio ha sido Dios al poner en nuestras manos la solución al formar el carácter de los hijos. ¡Medítalo!
¡Con la expectativa de verte!
Vicente Alcántara Ulloa
Pastor Supervisor