LLAMADOS A SERVIR
“Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.”
1 Pedro 4:10
Todo verdadero creyente es un siervo de Dios (Ro. 6:22), comprado con la sangre preciosa de Jesucristo en la cruz. Ya no nos pertenecemos a nosotros mismos. No somos los dueños de nuestra vida, sino que tenemos a Jesucristo como nuestro Señor, amor de nuestras vidas.
Cuando el apóstol Pablo tuvo un encuentro con Jesús en el camino a Damasco, una de las primeras cosas que le preguntó fue: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hch. 9:6). Esto nos recuerda que todo discípulo de Jesús es su siervo.
El servicio a Dios fluye de un corazón agradecido a Él por perdonarnos y salvarnos. Queremos servir a Dios sirviendo a los demás. Para servir a los demás, hace falta tener un corazón humilde y amoroso.
Para que una iglesia funcione, todos los miembros han de poner al servicio del Señor los dones que recibieron de parte de Él. Dios nos da dones para servir a los demás, no para nuestro propio beneficio o disfrute, sino para la edificación de su pueblo. El apóstol Pedro lo deja claro: “Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros”
Por lo tanto:
- Todos tenemos uno o varios dones. Siempre damos como excusa de que no sabemos hacer nada o desconocemos nuestro don o dones, debes recordar que Dios no hace siervos inútiles y todos tenemos algo que ofrecer sirviendo a la iglesia.
- Los dones que recibiste no son para que tú brilles y que otros digan qué bien sirves o haces cualquier trabajo.
- Debemos servir a otros con un espíritu humilde. No te alabes por lo que haces. ¡Qué triste es ver a algunos buscar el reconocimiento de todo lo que hacen por el Señor! ¡Cuidado con el orgullo!
- Los dones que Dios nos da son regalos de su gracia, no los merecemos.
- Los dones no son dados para gloria personal. Todo lo que hagamos para servir a Dios y los demás es para la gloria de Dios como fin último.
¿Te encuentras involucrado en el servicio?¿Estás ejerciendo tus dones?
La iglesia es el campo para desarrollar y ejercitar tus dones. Cuando nos encontremos en Su reino, ya no será necesario tus dones. Hoy es el tiempo que decidas poner al servicio tus dones y talentos para ¡Gloria de Dios!
Avancemos con fe
Juan Carlos Chirinos
Pastor Asistente