CUANDO EL CORAZÓN REINA
“Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, el cual tenía dieciséis años de edad, y lo pusieron por rey en lugar de Amasías su padre. 2 Uzías edificó a Elot, y la restituyó a Judá después que el rey Amasías durmió con sus padres. 3 De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolías, de Jerusalén. 4 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre. 5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó. … 16 Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso. 17 Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, varones valientes. 18 Y se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No te corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo. Sal del santuario, porque has prevaricado, y no te será para gloria delante de Jehová Dios. 19 Entonces Uzías, teniendo en la mano un incensario para ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso. 20 Y le miró el sumo sacerdote Azarías, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; y le hicieron salir apresuradamente de aquel lugar; y él también se dio prisa a salir, porque Jehová lo había herido. 21 Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada, por lo cual fue excluido de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.”
2 Crónicas 26:1-5, 16-21
Dios nos ha llamado a cumplir responsabilidades dentro de su plan. Sin importar el cargo que asumimos, todo liderazgo tiene límites que obedecer. En esta historia vemos al rey Uzías que inicia bien su reinado haciendo “lo recto ante los ojos de Jehová”; pero, se tomó “ciertas libertades” que lo llevaron a la ruina al final de sus días. No sólo perdió su privilegio como rey, también afectó su salud al brotarle lepra como parte del juicio de Dios.
Veamos 4 actitudes en Uzías que demuestran un corazón que se ha desviado de la voluntad del Señor. ¡Cuidado! Estas actitudes pueden estar también en nosotros:
- ORGULLO (v.16a): “su corazón se enalteció para su ruina”
Este versículo nos advierte lo que trae el orgullo: ruina. Por eso Jeremías 17:9-10, nos dice que, “Engañoso es el corazón, ¿quién lo conocerá?”. Realmente el cargo no cambia a una persona, sólo evidencia lo que el corazón realmente es. Nunca debemos olvidar que es la gracia de Dios la que permite éxito y logros en la vida.
2. REBELDÍA (v.16b): “porque se rebeló contra Jehová su Dios”
Uzías quiso hacer algo lo cual era reservado sólo para los sacerdotes. Aunque él era el rey tenía límites en su responsabilidad y no podía saltarlos. Amados, debemos ser fieles a lo que Dios pide de nosotros, en el lugar donde Dios nos ha puesto: ministerio, célula o iglesia. Uzías escuchó su voz y su propio corazón, y no la voz de Dios.
3. PREVARICÓ (v.18b): “porque has prevaricado …”
Prevaricar significa faltar conscientemente a los deberes de un cargo. Es ser consciente de una injusticia. Uzías anduvo bien cuando se dejó guiar por el profeta: “Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó” (v.5). En medio de su error los sacerdotes intentaron hacerle entrar en razón, pero no los escuchó. Primero, dejó de buscar al Señor, el siguiente paso es dejar de escuchar el consejo espiritual. Amados, no dejemos de estudiar la Palabra, y escuchar el consejo de nuestros líderes.
4. IRA (v.19): “se llenó de ira … contra los sacerdotes”
La ira es la manifestación de un corazón descontrolado. En necedad el corazón se llena de sentimientos que desvían la forma de sentir, pensar y actuar. Uzías en lugar de sujetar su corazón a los lineamientos establecidos, se llenó de ira contra los siervos del Señor, al no poder llevar a cabo sus erráticos planes. ¡Cuidado! Dios nunca se queda sin actuar ante esta forma de proceder.
¿Cómo actúo Dios frente a un líder que desvió su corazón?
v.20: “y he aquí la lepra estaba en su frente”: consecuencias físicas.
v.21: “fue excluido de la casa de Jehová”: consecuencias espirituales.
No puedo decir que Dios actuaría hoy de la misma forma, pero sí tengo claro que toda desobediencia trae consecuencias. Cuando buscamos al Señor y obedecemos Su voz, es Él quien trae bendición. La clave en el hogar como en el ministerio es la obediencia al Señor.
También debemos considerar que, cuando el carácter no ha sido moldeado antes de servir, es mucho el daño que podemos causar a los que nos rodean. Cuando el corazón reina, sin duda el futuro es la ruina. Cuando Jesús reina, sin duda el Señor se glorifica. Entonces amados, sirvamos al Señor con obediencia, temor e integridad.
¡Estudia la Palabra! ¡Vive la Palabra! ¡Enseña la Palabra!
Daniel Alcántara
Pastor Titular